Literatura

Dejen a Philip Roth tranquilo

José Luis Hernández

10/04/2013 - 11:28

 

Philip RothQué ganas tienen los periodistas y medios de comunicación de forzar un acontecimiento, de entronizar a un escritor, o sacralizar a alguien con un premio.

No pasaron más de dos semanas después del anuncio –no confirmado (y siempre revocable)– de que el escritor estadounidense Philip Roth deja la escritura y enseguida decenas de medios reclaman en sus columnas, editoriales o reportajes que se le otorgue el premio Nobel, como si el simple hecho de dejar la escritura fuera un motivo para dárselo, como si este detalle ahora pudiera influenciar el jurado (entonces muy manejable).

Pero hay que hacer las preguntas correctas: ¿Realmente quiere Philip Roth ese premio? ¿Lo necesita para vivir, y para dar un sentido a su obra? ¿Gana algo ahora al llevarse ese premio? Realmente, no.

Los que quieren que se le entregue el premio son sus lectores (y no él),  sus seguidores más fervorosos, su agente literario, su editorial, los que ven en él alguna bandera, algún estilo o mensaje que deba ser reconocido con esa estatuilla ofrecida por el comité noruego, pero nada más.

Y no me malentiendan. El autor de “Goodbye Columbus”, “Me casé con un comunista”, “La Mancha humana”, o más recientemente “Nemesis”, se merece todos los honores y seguramente mucho más que un premio Nobel.

Pero, los invito a que reflexionen sobre lo que puede estar pensando un escritor que llega a los ochenta años, que ha publicado unas de las obras más atractivas de los últimos cincuenta años en Estados Unidos (junto con Tony Morrisson), y que decide dejar de escribir y leer. Sí, ése es un detalle importantísimo, la ruptura de Roth no sólo es con la escritura sino también con la lectura.

El ex–escritor ha decidido cortar con el mundo de la literatura, dejar a un lado los cuentos politizados de este universo, suspirar y sentir que –llegado a este punto–, el trabajo está hecho (y bien hecho). De la misma forma que Fernando Vallejo (que dijo recientemente estar cansado con las publicaciones actuales), Roth muestra la necesidad de marcar un retiro y una independencia moral e intelectual.

Llega un momento en el que uno debe saber decir “stop”: una palabra inglesa que se acomoda perfectamente a este artículo, ya que nuestro ex–escritor es norte americano. Y cuando lo hace una persona del calibre de Roth (envuelto en un engranaje editorial enorme), es todavía más respetable.

A mi parecer, ese hombre que ahora un gran número de personas quiere entronizar está deseando que lo dejen tranquilo, porque está por encima de todas esas pequeñeces. Al igual que Jean-Paul Sartre, el único escritor en la historia que se negó a recibir el Premio Nobel por cuestiones propiamente filosóficas y de independencia, Philip Roth no quiere que lo metan ahí donde no quiere estar.

 

José Luis Hernández

Sobre el autor

José Luis Hernández

José Luis Hernández

La Lupa literaria

José Luis Hernández, Barranquilla (1966). Abogado, docente y amante de la literatura. Ofrece en su columna “La Lupa Literaria” una perspectiva crítica sobre el mundo literario y editorial. Artículos que contemplan y discuten lo que aparece en la prensa especializada, pero aplicándole una buena dosis de reflexión y contextualización.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Jalados por los Cabellos, el libro de Roberto Molinares

Jalados por los Cabellos, el libro de Roberto Molinares

  Roberto Molinares echa mano de su creatividad literaria para contar el contenido de sus sueños, mientras va pasando por el proceso...

Gabriela Mistral, primer premio Nobel de Literatura de América Latina

Gabriela Mistral, primer premio Nobel de Literatura de América Latina

  Un 10 de diciembre de 1945, Lucila Godoy Alcayaga, quien fue una poeta, diplomática y pedagoga chilena nacida en Vicuña el 7 de a...

De la epístola al correo electrónico

De la epístola al correo electrónico

**Desde las primeras palabras que viajaban encerradas en sobres con matasellos y remitente, hasta hoy que lo que nos separa del otro ...

Tío pobre, sobrino rico

Tío pobre, sobrino rico

  La gente piensa que él expresa las cosas mintiendo. Pero no, no es así. Nada, absolutamente nada, de todo lo que sale de la boca ...

Cuento: Volver a ser un Da Vinci

Cuento: Volver a ser un Da Vinci

  Claudia, amada mía, volví a Valledupar. Estoy alojado en el hotel Sicarare. Su ubicación estratégica frente al Banco de la Rep...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados