Literatura

Evocando el colegio, de Diógenes Armando Pino Ávila

Diógenes Armando Pino Ávila

15/05/2013 - 13:00

 

El 15 de agosto se celebra en Colombia el día del maestro, de los catedráticos y profesores. Es para todos la ocasión de reflexionar sobre la valiosa y valiente tarea a la que se confrontan estos “constructores” de ciudadanos responsables y pensantes.

Para esta ocasión, publicamos el poema “Evocando el colegio”, escrito por el escritor cesarense Diógenes Armando Pino Ávila y que indaga en la dignidad de una profesión generosa que busca la transferencia del saber.

 

Evocando el colegio

I

Los que nacimos el siglo pasado,

Dios! de eso hace ya una eternidad,

Al colegio íbamos uniformados

Encontrando siempre alguna novedad.

 

El algebra la aprendíamos con Baldor

Emborronando libretas al granel,

Y con la ortografía vivíamos el fragor

De una guerra enorme y sin cuartel.

 

Aún recuerdo al simpático Carreño

Ese que con tino, nos dio la urbanidad

Y cuanto agradezco  ese gran empeño

 

De tan buenos maestros, en mi escolaridad,

Los que me hicieron perder ratos de sueño

Enseñándome a ser hombre justo y de paz.

 

II

Maestros que enseñaban ser rectos y honestos

Que mostraban el camino de la vida a seguir

Inculcando normas de moral con el ejemplo

Entre el bien y el mal nos pusieron a discernir

 

Fidias y Raquis alborozaron nuestra mente

Y el hermoso diálogo escrito por  Platón,

También estuvo Darwin soltando su torrente

Con discurso novedoso biología y evolución.

 

Nos visitaron Lenin, Engels, Marx y Mao

Controvirtiendo el esquema capitalista

Vino Bakunín contra Dios y El Estado.

 

El Che y Fidel con doctrinas comunistas

En las clases también nos asediaron

Impulsando teorías de orden guerreristas.

 

III

Entre materialismo histórico y dialéctica

Se dieron más de una sana discusión

Permitiendo una formación ecléctica

Que iluminara nuestra joven razón.

 

IV

Personajes gratos el aula visitaron:

Poe, Dostoyevski, Flaubert y Tolstói

Borges y Benedetti el alma nos tocaron

Y con sus lecturas incendiaron la pasión

 

Irrumpió Gabo y su magia macondiana

Alborotando fantasía sin ninguna duda

Hubo felicidad en éxtasis rayana

 

Cuando desde el sur se nos vino Neruda

Con versos de amor y de luz meridiana

Escritos con pasión por su virtuosa pluma.

 

Diógenes Armando Pino Ávila


Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Ávila

Diógenes Armando Pino Ávila

Caletreando

Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).

@Tagoto

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

La sombra dorada de los guayacanes

La sombra dorada de los guayacanes

Guayacanal no será la joya de la corona en el corpus de la extensa obra de William Ospina, pero de seguro es el mejor esfuerzo por red...

La línea azul, de Ingrid Betancourt

La línea azul, de Ingrid Betancourt

En noviembre de 2010, el libro “No hay silencio que no termine” de Ingrid Betancourt me dejó con la certeza que era una obra muy b...

Preparación para la caída del níspero

Preparación para la caída del níspero

  Si está leyendo esto, y ha hecho caso omiso al título, es porque ha tomado una decisión. Bien por usted, lo felicito. Antes de c...

La poesía contra los muros de odio

La poesía contra los muros de odio

La poesía como respuesta a los actos intolerantes. La poesía frente a los despropósitos del miedo y la prepotencia. Estos podrían s...

“A un amor intermitente” y otros poemas de Luis Carlos Ramírez

“A un amor intermitente” y otros poemas de Luis Carlos Ramírez

Después del libro “El prisionero de Zenda”, de Sir Anthony Hoppe Hawkins, que tardé un par de meses en leer, tropezando con el su...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados