Literatura
Bella tierra manaurera, de José Atuesta Mindiola
Las décimas del poeta José Atuesta Mindiola reconstruyen la vida diaria del Cesar, sus momentos más memorables y sus escenarios más hermosos. En este caso, y ante el inicio inminente de las fiestas de Manaure, José Atuesta le canta al bello “balcón del Cesar”.
I
Versos le voy a cantar
con mi lira decimera
a la tierra manaurera
Bello Balcón del Cesar,
su belleza es un altar,
verde collar de montañas
donde el aroma de caña
viene bajando del río,
y en las calles el rocío
embellece sus cabañas.
II
Manaure tierra risueña,
vegetal y soñadora,
tierra fértil productora,
amorosa y halagüeña,
y dicen que la cigüeña
vuela por la serranía,
acompaña en sinfonía
cantos al agricultor.
Manaure tierra de amor,
de esperanza y lozanía.
III
Bello Balcón manaurero
tierra de fértil fortuna,
aquí en las noches de luna
cantan los serenateros
buscando el amor sincero
de las hermosas mujeres
que radiantes de placeres
caminan siempre sonreídas,
porque saben que la vida
es talismán de saberes.
IV
Manaure tierra bonita,
y mis ojos siempre ven
en su paisaje un edén
que aquí nunca se marchita.
Cariñosa y exquisita
las flores de las veredas,
aroma de primavera
todo el tiempo aquí se siente;
Nunca sales de mi mente,
bella tierra manaurera.
José Atuesta Mindiola
0 Comentarios
Le puede interesar
El gimnasio de El Sica
Yo no sé si el tipo es bueno o malo… Rubén Blades ¿Habrás sopesado alguna vez las consecuencias de tus actos sicariales? ¿H...
El puzzle de la Historia o el aroma a trópico de Jorge Eliécer Pardo (Parte 1)
A modo de introducción, un repaso por la historia reciente: Nunca he creído que América Latina en general, y Colombia en partic...
Clemencia Tariffa, la poeta olvidada del Cesar
Pocos cesarenses saben que en sus tierras, específicamente en el municipio de Codazzi, nació el 22 de octubre de 1959 una de las ...
Azul y amarillo
“Nada, nada morirá jamás. La corriente sigue su curso, el viento sopla, la nube vuela ligera, el corazón palpita. Nada morirá...
Algarabía de loros
Me desperté cuando la luz se filtró por las cortinas. Las tejas de zinc parecían palpitar bajo el sol del mediodía. Tenía se...