Literatura

Pequeños somos y otros poemas de Fernando Soto Aparicio

Redacción

02/05/2023 - 00:07

 

Pequeños somos y otros poemas de Fernando Soto Aparicio

 

La extensa obra de Fernando Soto Aparicio cubre los más variados géneros, aunque se focaliza fundamentalmente en la narrativa y la poesía. Sus temas habituales se relacionan con los conflictos históricos y sociales que arrastra Colombia; sus obras, en una línea realista, denuncian implícitamente la violencia, la injusticia y las desigualdades sociales.

Entre sus obras más destacadas debe mencionarse la novela Los bienaventurados (1960) y La rebelión de las ratas (1962), con la que obtuvo el premio Selecciones Lengua Española. Este premio supuso también su consagración como escritor.

En este espacio rescatamos 3 de sus poemas publicados en la obra “Tríptico del amor” (2012).  

Pequeños somos

Pequeños somos y a la muerte vamos.

Inmersos siempre en el ayer vivimos,

Y el instante de dicha que perdimos

Nunca en la vida lo recuperamos.

 

Nos condiciona todo lo que fuimos:

Lo que en la senda con dolor dejamos.

Sólo nos ilumina lo que amamos

Y la felicidad que compartimos.

 

Deja por eso que mi mano oprima

Tu cuerpo con ardor. Deja que gima

Tu boca en un quejido apasionado.

 

Que si mañana entramos al olvido

Nos quede la ilusión de lo vivido

Y la satisfacción de lo gozado.

 

Gato

Te digo gato, colibrí, lucero.

Te llamo flor, cocuyo, gelatina.

Te sé como mi norte y mi sendero,

Árbol en llamas, sueño que camina.

 

Te nombro rosa, pan de dulce, harina,

Garza en las soledades del estero.

Te grito ruiseñor, alondra, ondina,

Postre de leche, colación, pandero.

 

Fruta y forma de beso en una sola,

Tallo y espina, pétalo y corola,

Pájaro de candela, corazón.

 

Guitarra y palpitante castañuela

Que por mi vida jugueteando vuela

Con la felicidad de una canción.

 

Danza

En el mar de la música, como balandra esquiva

Se desliza su cuerpo circulando la danza.

Rodeada por un tibio desdoblamiento avanza

Mientras se despetala como una rosa viva.

 

Es la piel de sus muslos lo mismo que una lanza

Que hiere la nocturna piel de su falda esquiva.

Su cintura se ensancha floreciendo en la viva

Duplicidad del seno que ofreciéndose avanza.

 

Gemelos corazones de ébano, en sus manos

Vibran las castañuelas. Dos ardientes veranos

Son sus piernas que brillan arrugando la sombra.

 

Enerva el excitante perfume que derrama

Y cuando se estremece como trémula llama

Van cayendo pedazos de música en la alfombra.

 

PanoramaCultural.com.co    

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Algo muy grave va a suceder en este pueblo: el cuento de García Márquez

Algo muy grave va a suceder en este pueblo: el cuento de García Márquez

Por Gabriel García Márquez Nota: En un congreso de escritores, al hablar sobre la diferencia entre contar un cuento o escribirlo, Ga...

La noche luce ciega, de Luis Alberto Murgas Guerra

La noche luce ciega, de Luis Alberto Murgas Guerra

Cada sábado entre nueve y doce de la mañana en el taller de RELATA, el poeta Luis Alberto Murgas Guerra nos invita a sobrevolar el in...

El sabor de un hombre, de Slavenka Drakulic

El sabor de un hombre, de Slavenka Drakulic

En El sabor de un hombre, la escritora croata Slavenka Drakulic, relata las entrañas de un amor enfilado a la locura. A simple vista, ...

Conversaciones sobre Cervantes en los 400 años de su muerte

Conversaciones sobre Cervantes en los 400 años de su muerte

Quería ser un héroe de guerra y terminó siendo una figura absoluta del mundo de las letras. En el año de la conmemoración de los...

Ernesto Sábato o el laberinto de la soledad

Ernesto Sábato o el laberinto de la soledad

Murió prácticamente ciego, como si su enfermedad hubiese sido una consecuencia directa de su portentoso texto “Informe sobre ciegos...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados