Literatura

¿Un relato cualquiera?

Antonio Ureña García

16/01/2020 - 06:00

 

¿Un relato cualquiera?

 

No, éste no es un relato cualquiera, pues está dedicado a mis miedos.  A mis miedos del presente, del pasado y del futuro. ¿Y por qué dedicarles un relato? Porque les estoy muy agradecido. En algunas ocasiones se comportaron como barreras que me impidieron hacer tonterías, o más tonterías aún, al actuar a modo de alarmas que reaccionaban ante situaciones inadecuadas.  Pero, otras veces, actuaban como trampolín para impulsarme por encima de los propios miedos y conseguir un objetivo anhelado.  En multitud de ocasiones, ha sido la lucha por vencer ese miedo que me impedía conseguir algo; ese miedo que me paralizaba, lo que me ha hecho trazar un nuevo camino y recorrer nuevos paisajes. Unos paisajes, por los cuales -de no haber tenido tener ese miedo; esos miedos que me impedían avanzar-, posiblemente nunca hubiera transitado.

Sí celebro y agradezco mis miedos; mis propios miedos. Sin embargo, desprecio – y en la medida de mis escasas fuerzas, combato-  los miedos que nos intentan provocar a lo largo de la vida. Desprecio y combato los miedos socialmente útiles; aquellos que nos inculcan casi desde el momento del nacimiento hasta la muerte; aquellos que sirven para que nada cambie; aquellos que sirven para nos puedan seguir pisoteando. Desprecio esos miedos que nos mantienen, o nos pretenden mantener, quietos; sumisos; callados. Los miedos de los vendedores de humo, de sombras, de tristezas para los demás y alegrías para ellos. Los miedos de los vendedores de cuentos, pues, como decía el poeta: el miedo del hombre ha inventado todos los cuentos[1]. El miedo de quienes tienen miedo al hombre y a la mujer que no tienen miedo o que han sido capaces de superar sus miedos; congraciarse con ellos y utilizarles para avanzar; utilizarles para plantar cara a quienes predican el caos, la miseria, la oscuridad, el dolor... y el miedo. Un miedo que trata de impedirnos volar; soñar y, sobre todo, hacer realidad dichos sueños. Un miedo que se inocula como vacuna contra la esperanza.           

¿Qué hubiera sido de Reyes y Generales y Arzobispos sin el miedo? ¿Qué de vendedores con alzacuellos y sotana de infiernos en esta vida y paraísos en la otra, mientras ellos disfrutan de cielos en esta y…? ¿En la otra? ¿En cuál otra...?  Otra vez un cuento. Otra vez, miedo...

Y es que el miedo es un arma poderosa. Por eso, hoy, aquí, ahora, he decidido dedicarles este relato como agradecimiento, según decía al principio, y a la vez como castigo por haberme obligado a detenerme. Por haberme ocultado con su sombra espacios de luz y encuentros. Por impedirme gritar o por lo menos haber tratado de impedírmelo, pues -aunque en silencio y por escrito- he seguido y seguiré gritando. Mis gritos contendrán unas palabras u otras; utilizarán unas frases u otras, pero, digan lo que digan mis gritos, su contenido, al final de todo; después de todo, expresa lo mismo: he perdido el miedo a los miedos.

Tanto he perdido el miedo a los miedos, que no tengo miedo alguno de compartir un relato sobre mis miedos con lectores y lectoras. Por ello -ya sea como despedida; ya como profesión de fe- dedico este relato a mis miedos, pues, finalmente, ellos son los responsables de su creación.

 

Antonio Ureña 

 

[1]    León Felipe (1944): Sé todos los cuentos, Parábola y poesía.

Sobre el autor

Antonio Ureña García

Antonio Ureña García

Contrapunteo cultural

Antonio Ureña García (Madrid, España). Doctor (PHD) en Filosofía y Ciencias de la Educación; Licenciado en Historia y Profesor de Música. Como Investigador en Ciencias Sociales es especialista en Latinoamérica, región donde ha realizado diversos trabajos de investigación así como actividades de Cooperación para el Desarrollo, siendo distinguido por este motivo con la Orden General José Antonio Páez en su Primera Categoría (Venezuela). En su columna “Contrapunteo Cultural” persigue hacer una reflexión sobre la cultura y la sociedad latinoamericanas desde una perspectiva antropológica.

3 Comentarios


mnievesp 16-01-2020 05:44 PM

¡¡Enhorabuena!! Me ha gustado muchísimo.

Elísabet 17-01-2020 02:14 AM

Un relato espectacular!!! Felicidades

Carlos Zarzalejo Escobar 17-01-2020 04:16 AM

Felicidades, tu escrito nos ayuda a reflexionar sobre nuestros miedos para teatar siempre de utilizarlos como arma en defensa de la esperanza en el futuro del individuo en nuestra sociedad.

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Santander y la tradición literaria

Santander y la tradición literaria

  En Colombia un crítico literario escribió una vez que nuestra poesía, cultura o literatura era una "tradición de la pobreza", p...

Biografía, historia de vida y testimonio

Biografía, historia de vida y testimonio

  ¿La biografía es una historia de vida, o lo es la autobiografía? Claro que no es lo mismo que cada uno de nosotros cuente su ...

Lecturas

Lecturas

  Los seres humanos nos parecemos. Poseemos alegrías, dolores, nostalgias e impulsos similares. Coincidimos en muchas de nuestras re...

El disfraz del despojo: una lectura de Las venas abiertas de América Latina

El disfraz del despojo: una lectura de Las venas abiertas de América Latina

  En 1971, Eduardo Galeano publicó Las venas abiertas de América Latina, quizá uno de los libros con mayor impacto que se hayan es...

Marguerite Yourcenar, cuando la sapiencia tiene nombre de mujer

Marguerite Yourcenar, cuando la sapiencia tiene nombre de mujer

  Esta incomparable mujer (1903-1987), cuyo nombre era Marguerite Cleenewerck de Creyencourt, es una de las más grandes intelectuale...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados