Literatura

Y la gente se quedó en casa, el poema que se hizo viral en tiempos de pandemia

Redacción

25/03/2020 - 06:05

 

Y la gente se quedó en casa, el poema que se hizo viral en tiempos de pandemia

 

Y la gente se quedó en casa. Y leían libros, y escuchaban, y descansaban, y hacían ejercicio, y creaban arte, y jugaban juegos, y aprendían nuevas formas de ser, y estaban quietos. Y escucharon más profundamente. Algunos meditaban, algunos rezaban, algunos bailaban. Algunos se encontraron con sus sombras. Y la gente comenzó a pensar de manera diferente.

Y la gente se curó. Y, en ausencia de gente que viviera de forma ignorante, peligrosa, sin sentido y sin corazón, la tierra empezó a sanar.

Y cuando el peligro pasó, y la gente se unió de nuevo, lamentaron sus pérdidas, y tomaron nuevas decisiones, y soñaron con nuevas imágenes, y crearon nuevas formas de vivir, y sanaron la tierra por completo, tal como habían sido sanados. [Autora: Kitty O’Meara]

 

La historia detrás del poema 

Contrario a lo que circula en las redes sociales, el poema “Y la gente se quedó en casa” no fue escrito en Japón como consecuencia de la peste que afectó el archipiélago en 1800. Éste es un error que se ha viralizado con la fuerza de los retweets y reenvíos compulsivos.

En realidad, estos versos nacen con la actualidad del Coronavirus y se beneficiaron también del impulso suscitado por el Día mundial de la Poesía. Su autora, Kitty O´Meara, una antigua maestra y proveedora de cuidados espiritual en hospitales y hospicios, lo publicó en su página web The Daily Round a modo de reflexión. Hoy es tal vez un himno a la conciencia y el despertar.

 

PanoramaCultural.com.co 

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Letanías del convaleciente

Letanías del convaleciente

He vuelto a leer los versos de Luis Mizar, porque llegan momentos en los que necesitamos de la buena poesía para que no se nos olvide ...

Adiós a mi sangre pura

Adiós a mi sangre pura

Qué envidia te tengo manantial, ¡mírate! siempre igual. Hace mucho te conozco y el tiempo no te ha pasado. Estás lleno de vida, de ...

No quiero aplausos, sólo tu amor

No quiero aplausos, sólo tu amor

  Una mañana de estas, pequeño, cuando ya no te creas tan pequeño y nos mires con cara de reproche por no entender que ya estás s...

Magistrado y musageta

Magistrado y musageta

  En ese trasegar propio de quienes nos hemos enamorado de la palabra y, que desde jóvenes optamos por ser escribidores de versos, q...

Caricias afinadas

Caricias afinadas

  Acariciar como se acaricia un instrumento. Templando las cuerdas con extrema precisión. Buscando la tensión exacta y no solo pa...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados