Música y folclor
El dúo Ángel Herrera y Carlos Ovallos, jugando en serio
Llevaba tiempo Ángel Herrera deseando presentarse en un programa televisivo como Vallenatos Fans. De hecho, el joven cantante habló en varias ocasiones con el presentador Coco Ramos para que la invitación se materializara y éste le respondía siempre con un tono conciliador: “Compadre, grabe su sencillo y lo invitamos con mucho gusto”.
Finalmente, este mes de agosto la cita se confirmó. Ángel Herrera acudió junto con el acordeonero Carlos Ovallos al set que anima las tardes del Centro Comercial Guatapuri. En sus manos brillaba un artículo que se merece un espacio en todas las emisoras de la costa colombiana: un sencillo titulado “Jugando al amor”.
Vestido de pantalón amarillo y camisa negra, colores muy contrastados que demuestran un fuerte carácter artístico, el joven cantante llegó tranquilo y sonriente, dispuesto a cantar a un público de entusiastas.
Coco Ramos no escondió su alegría de compartir escenario con el dúo, saludó al gran número de seguidores que atendían la cita y esperó con ansias el estreno de Ángel quien no pareció en ningún momento incómodo.
“Jugando al amor” es el título del sencillo, pero aquí no hay juego. La cosa va en serio. Desde los primeros instantes, el acordeón de Carlos y la voz de Ángel se aliaron de un modo radiante y mecieron al público de manera poderosa.
La voz de Ángel llenó de inmediato el espacio y ése es uno de los puntos que aquí queremos resaltar. Con sólo 20 años, el cantante demuestra un gran control en las tonalidades, pero también una madurez a la hora de seleccionar sus canciones e interpretarlas frente a una audiencia.
Algunos dirán que su sangre urumitera le ayudó en este sentido, o que la presencia de sus más allegados le impulsa a superarse, pero hay algo más detrás de todo esto. Ángel ha nacido con la música, se expresa desde los 12 años a través de ella y, por eso, se le ve cantar con una naturalidad que cautiva.
El camino sigue abriéndose para unos jóvenes que tienen talento y ganas de seguir adelante. Les deseamos desde aquí que sigan con esa sonrisa, humildad y paciencia, y sobre todo, que “Jugando al amor” suene durante mucho tiempo.
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