Música y folclor
Diego Rivero: “Uno tiene que explorar nuevas cosas”
Procedente de Bucaramanga, el joven director de la Orquesta Sinfónica de Valledupar, Diego Rivero, se esmera cada día en que la música clásica suene con más nitidez en este sector de la costa Caribe.
Su labor inició en agosto del año 2012, centrándose exclusivamente en la lectura de la música y el solfeo. Un mes después llegaron los instrumentos y pudieron empezar las clases. “A la orquesta van niños y adolescentes de todos los estratos sociales. Desde el colegio Windsor hasta el colegio Santa Fé o la UPC”, comenta.
De todo lo que ha experimentado hasta ahora en las clases, una de las cosas que más le han impactado es el grado de compromiso de una mayoría de los alumnos. “Algunos caminan 40 minutos para llegar a las clases y asisten todos los días”.
Apasionado por la historia de la música, y la vida que se esconde detrás de las partituras, Diego comparte con entusiasmo los títulos y las biografías que le encandilan. La trayectoria de Bach es para él una fuente de asombro. “Su regreso a su ciudad después de un largo viaje, y cómo se entera de la muerte de su esposa, es algo impresionante”.
Los compositores de la música clásica son a menudo un ejemplo de superación. Beethoven también es fuente de fascinación y de enseñanzas. “Fue el primer romántico –manifiesta Diego–. Empezó a romper las reglas…. Bueno, conoció primero las reglas perfectamente, para luego romperlas”.
Y éstos no son los únicos nombres que nos presenta el director de la orquesta. Siguen Albinoni y las condiciones en las que compuso su “Adagio”, o cómo Mozart escribió su última obra antes de morir, y el compositor francés Eric Satié y su obra para amueblamiento.
Musicalmente inquieto, Diego Rivero reconoce escuchar muchos estilos diferentes y siempre estar pendiente de nuevas tendencias o sonoridades. A la pregunta qué hay que escuchar para ejercitar el oído y crecer como músico, su respuesta es clara: “Uno tiene que explorar nuevas cosas, aun no le gusten”.
¿Su tema clásico favorito? El director no sabría decir. Evidentemente, no es nada fácil pronunciarse en medio de tantos genios y tanta excelencia. ”Me encanta la Chacona de Bach”, exclama, pero enseguida añade: “El concierto para violín RB 354 de Vivaldi, y el concierto para violín y orquesta en Re mayor de Tchaikovsky, y el Requiem de Mozart, y la Sonata pasionata de Beethoven… “
PanoramaCultural.com.co
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