Música y folclor
La historia de cómo el Rey Vallenato Navín López empezó a tocar acordeón
La historia de cómo empiezan los grandes músicos a tocar un instrumento siempre es digna de interés. El caso del Rey Vallenato (2002), Navín López, no es ajeno a esta regla.
En palabras del acordeonero samario -residente en La Paz (Cesar)-, su trayectoria musical inicia a los 11 años como consecuencia de todas las visitas de músicos que respondían a las invitaciones del padre.
Con la llegada a la casa de un acordeón inicialmente dirigido a la hermana, Navín empezó a interesarse por ese instrumento de aspecto extraño y siempre inaccesible. “Compraron un acordeón de dos teclados que no me dejaban ni ver ni tocar – comenta Navín López y luego añade–: era un tesoro”.
Desde ese momento Navín observaba las horas en que llegaba el instructor de música y se impregnaba a distancia de todo su saber. “Fui aprendiendo, fui cogiendo todas las clases que daba”, expresa Navín López.
A continuación el Rey Vallenato da más indicios de sus hazañas: “Yo le calculaba la hora más o menos de cuándo mi mamá se iba a hacer mercado, entonces quedaba la mujer que trabajaba en la casa”. Con una sonrisa pícara Navín López confiesa algunas travesuras: “Me volaba del colegio e iba a tocar el acordeón”
Unos meses después llegó el día de la gran revelación con una parranda que organizó su padre en casa y a la que había invitado Colacho Mendoza. “Debía ser la presentación estelar de mi hermana como acordeonera”, manifiesta el Rey Vallenato sonriendo.
Entonces, Navin se ubicó estratégicamente cerca del acordeón y de las discusiones. Empezaron las preguntas: ¿Y Navín toca el acordeón? El padre se apresuraba siempre en responder: “No, Navín no toca… ¡No tiene ni idea de eso!”.
Así siguió la noche hasta que empezó a tocar la hermana y, poco después, brindaron un espacio a Navín. El muchacho recibió el acordeón con ansias, pero sin decir nada. Y lo demás fue la muestra de lo que vendría más adelante: “Empecé a tocar un merengue que tenía más trajinao´”, expresa con una risa Navín.
El padre y la madre de Navín se miraron las caras. “Ya después me soltaron el acordeón”, sonríe Navín.
PanoramaCultural.com.co
0 Comentarios
Le puede interesar
Un pianista en la capital mundial del Vallenato
El amor que profesa a diario al piano nació desde muy temprano, cuando todavía niño, los juguetes caían en sus manos y se transform...
Acerca de un encuentro entre el Rey de las Letras y los Reyes Vallenatos
La historia de Gabriel García Márquez va íntimamente ligada a la literatura, pero también a la música. Y en gran parte: la música...
Las cien primaveras de la Sonora
El pasado 12 de enero cumplió cien años de existencia la Sonora Matancera, la orquesta más querida, más aplaudida y más record...
El Torito, uno de los himnos del Carnaval de Barranquilla: su historia
El cantante Gustavo Rada no debió imaginar que, diez años después de haber grabado sin ninguna resonancia el merengue El Torit...
Fonseca conoció el entorno de Diomedes Díaz, el Cacique de La Junta
Hace dos años, cuando el cantante y compositor bogotano Juan Fernando Fonseca ganó el Premio Grammy Latino Vallenato/Cumbia con...