Música y folclor
Lácides Romero y el arte de crear su propio acordeón
El IV Encuentro de Acordeones ofreció unas imágenes inolvidables. Intercambios y conversatorios que permitieron conocer las facetas más inesperadas de grandes estrellas del acordeón.
Lácides Romero es una de esos casos. Un concertista colombiano de gran prestigio que ha tenido la posibilidad de recorrer el mundo entero y que nutre una relación muy especial con su instrumento.
En realidad, su acordeón de teclas es mucho más que un simple instrumento. Es un compañero. Un amigo. Un confidente o, mejor dicho, una extensión de su propio ser.
Tras cincuenta años de poseerlo, Lácides reconoce que su instrumento es un reflejo de toda su conocimiento, el fruto de todas sus búsquedas y experimentaciones. Más que un músico excepcional, Lácides Romero se ha convertido en un técnico del acordeón con 30 años de experiencia.
En el conversatorio organizado en la Casa de la Cultura de Valledupar, el artista explicó detalladamente las modificaciones que ha podido hacer a lo largo de estos años y, con una presentación fotográfica, demostró que todo instrumento puede ser mejorado.
Alguna de las modificaciones realizadas por el maestro consistía en hacer sonar varios acordes a la vez por medio de un botón de selección. De este modo se logra dar más amplitud y potencia a un sonido, pero también ofrecer más variedades.
El artista Facundo Torresán fue uno de los testigos de esos cambios. Él mismo pudo experimentar y contrastar la diferencia entre un sonido y otro, y compartir sus impresiones con el maestro. “”Es una modificación muy ingeniosa –dijo Facundo– y muy útil para recrear ambientes”.
El diálogo propiciado entre los dos músicos fue justamente uno de los más simbólicos de la noche: ver a dos expertos intercambiar sensaciones sobre cómo mejorar sus instrumentos de trabajo diario no deja a nadie indiferente.
De esta manera, el público pudo apreciar la tecnicidad y el grado de conocimiento de los exponentes, antes de escuchar unas magníficas variaciones de Mozart, una contra danza cubana y otros ritmos latinoamericanos.
0 Comentarios
Le puede interesar
El sueño de la música sigue vivo
Hace un año, Valledupar presenció el nacimiento y la presentación oficial de su Orquesta Sinfónica, acompañada por un grupo de ens...
Cañamilleros tradicionales de la Isla de Mompós
La ejecución de la caña de millo, en la región de la Isla de Mompós, puede decirse que se originó de manera rastreable, en el ...
El homenaje al cantautor Gustavo Gutiérrez, formalizado y celebrado
La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata mediante el Acuerdo 011 fechado el ocho de junio de 2012 protocolizó el homenaje que se...
Acordeones, cumbiamba y vallenato
En la reciente Feria Internacional de Libro en Bogotá, uno de los libros más vendidos entre 49 editoriales universitarias que p...
Los versos de Cabas
Desde el 1964 hasta el 68, pasábamos mañana y tarde por la casa de la familia Cabas Pumarejo, a pocos pasos de la escuela parroqu...