Ocio y sociedad

“Todo el mundo está sacando cuentas de las ventajas de la virtualidad”: Frank Montero, director de Comfacesar

Johari Gautier Carmona

14/08/2020 - 06:35

 

“Todo el mundo está sacando cuentas de las ventajas de la virtualidad”: Frank Montero, director de Comfacesar
Frank Montero Villegas, director de Comfacesar / Foto: Comfacesar

El Covid-19 está poniendo Colombia y la costa Caribe a prueba. Valledupar y el departamento del Cesar, han experimentado a partir de marzo del 2020 el temor de una pandemia con repercusiones jamás vistas antes, y como en muchos otros lugares, sus habitantes han tenido que confinarse en una cuarentena preventiva que poco a poco toma la apariencia de un aislamiento inteligente.

Al miedo por la vida sigue el temblor económico, con numerosas incertidumbres, y en medio de la necesidad de volver a la actividad, se ha vuelto una prioridad entender en qué escenario se encuentra la región, cuáles son los retos que afrontan sus ciudadanos y empresas.

Para responder a algunas de estas preguntas, entrevistamos al director de Comfacesar (Caja de compensación familiar del Cesar), Frank Montero Villegas, quien, desde su casa, nos presenta su experiencia y también la realidad de un tejido social y empresarial en pleno cambio.

Ante el reto enorme que afronta el departamento, el director de Comfacesar pone en adelante el optimismo que requieren los cambios. Es momento de unión y comprensión mutua, de mucho ingenio y de apertura hacia las nuevas tecnologías, subraya Frank Montero en una entrevista con sabor a charla amena.     

¿Cómo ha afectado la pandemia del covid a la actividad del Cesar?

Digamos que ésta es una crisis que no tiene precedentes, hay que empezar por ahí. No tiene precedentes en el planeta, y si los tiene son tiempos diferentes. Es una crisis que lo que primero que ha hecho es aislar a las personas y amenazar al tejido empresarial, y, por ende, todo lo que conlleva.

Comfacesar es una empresa que pertenece a un sistema, el sistema de compensación, que, precisamente, lo que hace es afiliar o agrupar todo el tejido empresarial formal. El sistema de compensación destina y transforma los aportes parafiscales para los trabajadores de las empresas afiliadas, que en un mundo ideal deberían de ser el 100% de las empresas del Cesar. Por supuesto, cuando a las empresas les empieza a ir mal –en el sentido de que se quiebran porque su flujo de caja no aguantó–, se desafilian y empieza a desdibujarse este sistema. Cada empresa que se desafilia es un aporte menos, y, por lo tanto, se reduce ese aporte para sostener esos subsidios que se dan a los trabajadores. Los subsidios son ayudas que buscan consolidar el trabajador en la clase media. Un trabajador con el salario mínimo, muy difícilmente podrá seguir en adelante con la realidad de este país.

En ese sentido, la crisis ha tomado primero la forma de una crisis de salud pública en donde todos los protocolos de seguridad se exigen y deben ser cumplidos a cabalidad, y ahora viene la otra parte: la crisis económica. Los primeros sectores que se deprimieron fueron el turismo, el deporte, eventos y recreación. En estos mismos sectores, el sistema de compensación del Cesar actúa día a día. Tenemos un centro de convenciones que acabamos de inaugurar y está cerrado, y ahora mismo es un hospital de baja complejidad porque lo entregamos a la gobernación y allí se colocaron una ochentena de camillas. En términos generales, todo lo que es turismo, con sus centros de operaciones en Valledupar, La Paz o Manaure, está parado. Ahora, con las pruebas piloto, estamos mirando a ver cómo ponemos todo en funcionamiento. Todo esto afecta en la medida que somos una empresa común y corriente. Si bien somos parte de un sistema, por otro lado, sufrimos el embate de esta crisis.

¿Cómo vive personal y profesionalmente este proceso de cambio?   

Lo primero decir que no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista. Con esta reactivación gradual –o este regreso, como dijo el presidente de la república–, con alternancias y aislamiento inteligente, vamos poco a poco. Hemos hecho algunas proyecciones y creemos que hay buenas noticias con el asunto de la vacuna, pero, antes de que salga esa vacuna, los empresarios -que son los que están siendo muy afectados-, y nosotros también, estamos haciendo un esfuerzo inmenso para que la economía no se vaya al traste.

De manera personal, siempre trato de sacar lo mejor de las crisis. Volvimos a rescatar el tiempo en familia que uno añora cuando trabaja en empresas como ésta, pero, además, ha servido para reflexionar. Nosotros, con nuestros trabajadores, lo que hemos hecho desde el principio, desde antes que saliera la normatividad, ha sido reflexionar y compartir el hecho que son momentos en los que hay que ahorrar. No sabemos lo que va a ocurrir en el futuro inmediato o lejano. Entonces, empezamos a usar el sistema de trabajo en casa –o teletrabajo– para evitar aglomeraciones y contagios. Hemos hecho un trabajo positivo. De todos nuestros trabajadores sólo tenemos un caso [positivo de Covid-19], que fue periférico. Un solo caso en 5 meses de crisis significa que algo bien estamos haciendo con el sistema de seguridad y salud, y con una nómina grande de casi mil personas. Ése es el objetivo: mantener el empleo, siempre y cuando el sistema se mantenga estable.

Por supuesto hemos tenido algunas dificultades en cuanto al impacto de la crisis económica sobre la caja. Pero, contrario a lo que se pensaba –que podía ser una hecatombe–, podemos dar cuenta del esfuerzo grande que están haciendo los empresarios en el Cesar y eso a mí me llena de satisfacción y de optimismo. No va a ser inmediato, pero vamos a salir adelante, y, cuando llegue la vacuna, esa recuperación va a ser más efectiva.

Es increíble que una economía local y global dependa de una vacuna…

Sí, es una crisis sin precedentes, y lo más raro es que se suponía que estábamos ya en el siglo XXI con todo prácticamente descubierto. La gripe española pertenece a otros tiempos, es cierto, pero no tan lejanos. Se pensaba que, con toda la tecnología, estábamos seguros, y resulta que no es así. En Comfacesar, por ejemplo, donde creíamos que íbamos por delante en el tema tecnológico y en el tema de la virtualidad, mucha gente consideraba que sería muy fácil pasar de lo presencial a lo virtual, y resulta que no tanto. Sí, estábamos adelantados en algunas cosas, pero nos tocó trabajar fuertemente para que esa eventualidad se diera, y ahora comprendemos que, aunque la emergencia se termine, esa oferta virtual también tiene que quedar. La experiencia va a quedar para todas las empresas, y lo digo a todo nivel.

Si nos ponemos a leer sobre el tema, el sector empresarial y todo el mundo está sacando cuentas de las ventajas de la virtualidad. En educación, lo que antes se llamaba “estudiar a distancia”, lo veían con desconfianza y distancia (valga la redundancia). Hoy, sin embargo, fíjate el valor que toma lo educación virtual, obviamente con muchas mejoras, pero ahora todo el mundo ve la importancia de la tecnología, y el tiempo y los costos que se ahorran. También en cuestiones de infraestructuras, muchas empresas se han dado cuenta que pueden operar con más de la mitad de sus trabajadores en casa, y por lo tanto que no necesitan esos espacios de miles de metros cuadrados para operar. Desde una oficina pequeña se puede operar cuando se trata de bienes y servicios. La manufactura, sin embargo, es otra cosa.

Tuve un Live con el dueño de la empresa Vélez, quien decía que había que reinventarse. Esta expresión está ya muy trillada en esta crisis, pero es una realidad. Le ha tocado vender por Internet cuando antes lo hacía muy poco, y a la gente, todas estas experiencias les gusta. Muchas empresas están incursionando en este campo, y vemos que empresas como Amazon o Mercado Libre han triplicado sus ventas porque ya llevaban tiempo en esto. Por eso, vemos que todo el mundo, y nosotros mismos, nos estamos reinventando. Pero, aunque se termine la emergencia, esta oferta va a quedar. Ninguna empresa va a volver a lo que era antes de la crisis.

La pandemia ha reflejado dónde está cada empresa, y lo que hemos visto es que Comfacesar ha adoptado un papel comunicativo importante en temas de emergencia y autocuidado. ¿Es un objetivo de Comfacesar mantener ese discurso?

Al principio empezó como el cumplimiento de una norma. Pero luego nos damos cuenta que cada área juega un papel fundamental en tiempos de crisis. El cuidar a las personas, y el desarrollo de todo lo que es el sistema de salud, no puede ser solamente para tiempos de crisis. Las únicas empresas que tenían esas áreas completamente reforzadas –y de las cuales se les exigía una formalización–, eran las mineras. Muy pocas empresas pequeñas estaban fortalecidas y se están fortaleciendo ahora a raíz de la crisis.   

Nuestra responsabilidad es seguir reforzando esta línea preventiva. Hay unas nuevas costumbres con esta crisis, y eso ha sido positivo, y va a seguir siendo positivo tanto para el trabajador como para las empresas. No hay que escatimar ni gastos ni costos, sino fortalecer esta tendencia en beneficio de los trabajadores y el usuario final.

La entrega de subsidios al cesante ha sido uno de los grandes retos de los últimos meses. ¿Cómo ha ido ese proceso?

El sistema de compensación está creado para los subsidios de educación, vivienda, recreación. Y a lo largo de 67 años que tiene el sistema, se ha podido ayudar la clase trabajadora y aliviar esas cargas laborales que tienen los trabajadores (sobre todo los de categoría A y B que son los que ganan menos de cuatro salarios mínimos).

El subsidio que ha sido un bálsamo en esta época de crisis ha sido el subsidio de desempleo. Si bien es cierto, que nosotros sólo reconocíamos ese subsidio desde el 2013 sin otorgarlo, pero ahora hemos podido hacer una entrega de 2879 subsidios, que parecen poco, pero, si miramos bien, son recursos propios de la caja de compensación (gracias a los aportes de las empresas afiliadas) que representan un monto de más de 9400 millones de pesos. Por eso, estamos hablando de una cantidad enorme y pienso que ha valido la pena porque hemos ayudado a 2879 personas directamente, con subsidios que van desde los tres hasta los seis meses de sueldo y quedan reflejados en la cuota de la seguridad social.   

Hemos visto que Comfacesar ha logrado mantener a lo largo de estos meses de cuarentena la entrega de vivienda. ¿La construcción ha podido mantenerse en pie?

La construcción fue uno de los primeros sectores que tuvo que detener su desarrollo, pero afortunadamente se reanudó la actividad. En cualquier país, la construcción jalona todos los sectores. Es fundamental porque genera empleo y mueve toda la cadena productiva. Nosotros tenemos unos proyectos que venían ya desde el año pasado y ya estaban terminados. Sólo faltaba los detalles de conexiones a servicios públicos y cosas pequeñas. No habíamos podido entregarlas por estos motivos, y apenas se permitió la reactivación pudimos hacer la entrega de estas viviendas pendientes de entregar como en Codazzi, Aguachica y otros municipios del sur del Cesar.

¿En materia social, educativa y económica, el año 2020 es un año perdido para el departamento?

Creo que es un año de muchas experiencias. Un año para aprender de lo que no se debe hacer. Valledupar ya venía rezagada en términos de empleo e infraestructura. Comenzaban los gobiernos locales apenas a reconocer el terreno para establecer sus planes de desarrollo, y, de repente, llega una crisis como ésta. Por eso el 2020 es un año muy complicado. Es un año de experiencias muy fuertes, de indicadores muy bajos, de situaciones por resolver, y en términos económicos, repuntarlo no va a ser fácil.

La esperanza está en el hecho que todo el mundo quiere volver con mucho ánimo a rescatar su empresa o a crear otra. Para lograrlo nos tenemos que unir todos, tanto el sector privado como el sector público. El sector privado va a ser fundamental, así como la academia. Hay que tener en cuenta que esto ha impactado incluso a las empresas grandes. Prodeco, por ejemplo, en la costa Caribe, está anunciando suspensión temporal de sus actividades. Por eso, la unión es más necesaria que nunca.

Muchas voces expertas en economía y desarrollo, hablaban del turismo como un camino para el departamento del Cesar, y Comfacesar es una de las organizaciones que lleva tiempo explorando ese camino. ¿Hay que cambiar ese paradigma o seguir apostando por el Turismo?

Todo se está transformando. Y ese sector más todavía. El turismo se abrirá paso –evolucionando en lo que tiene cambiar–, pero no se puede cerrar. Nosotros hemos presentado un plan piloto –no solamente para el turismo sino también para el deporte y recreación– para reabrir. Ya en Pueblo Bello, el alcalde sacó un decreto para que todas las empresas presenten sus plantillas y, con la normatividad actual, puedan recibir el permiso para reanudar sus actividades. En eso estamos. Va a ser un proceso de transformación y aprendizaje para el turista, porque el turista antes era una persona libre, podía ir adonde quisiera, cuando quisiera, y cómo lo quisiera. En este momento, esto se ve frenado por las normas y por la crisis. Yo sí creo que, mientras llegue la vacuna y acabe la emergencia, ese proceso de transformación va a ser lento, pero va a ser positivo para el futuro. El turismo seguirá siendo una de las columnas importantes para un país como Colombia, y sobre todo para una región como ésta que venía despertando. Si bien no teníamos indicadores de retorno económico por esa cuenta de turismo, ya se notaba un despertar y ese diagnóstico de que el Turismo y la Cultura son la vía. Esto nos ha servido para entender que hay que retomar esto con más fuerza y más compromiso para potenciar cada municipio.  

¿A finales de año, podremos viajar a los lugares en los que opera Comfacesar?  

Nosotros aspiramos a que sí. En Comfacesar, aspiramos a que, acatando las normas y atendiendo todos los protocolos de bioseguridad, estemos nuevamente abiertos al público en diciembre. Somos optimistas en esto. Como dije al principio, no creo que los males duren cien años y que el cuerpo los vaya a resistir (risas). Hay que buscar la forma en que esta meta se convierta en una realidad.

 

Johari Gautier Carmona

@JohariGautier  | Para PanoramaCultural.com.co 

Sobre el autor

Johari Gautier Carmona

Johari Gautier Carmona

Textos caribeños

Periodista y narrador. Dirige PanoramaCultural.com.co desde su fundación en 2012.

Parisino español (del distrito XV) de herencia antillana. Barcelonés francés (del Guinardó) con fuerte ancla africana. Y, además -como si no fuera poco-: vallenato de adopción.

Escribe sobre culturas, África, viajes, medio ambiente y literatura. Todo lo que, de alguna forma, está ahí y no se deja ver… Autor de "Cuentos históricos del pueblo africano" (Ed. Almuzara, 2010), Del sueño y sus pesadillas (Atmósfera Literaria, 2015) y "El Rey del mambo" (Ed. Irreverentes, 2009). 

@JohariGautier

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