Ocio y sociedad

Ana Miranda Daza: la mujer de las manos milagrosas

 

Las mujeres de La Guajira tienen un poder universal abrazado al mar, al rio, a la pluriculturalidad, a la biodiversidad y ancestralidad de una tierra que es vientre fructífero, que es uterina, femenina y cabeza de un país. Mujeres que no sólo existen desde la (condicionante) resiliencia, sino desde la libertad de trascender a universos espirituales, viviendo su ser desde la plenitud y activando conscientemente el poder que tienen.

Hoy me inspira escribir sobre una mujer guajira que ha emprendido caminos de luz, comprendiendo que nuestra existencia es estructuralmente espiritual y que somos más que cuerpos materiales y limitados; una mujer que no se queda en el dolor sin aprendizajes, en la tristeza sin reinventarse, ni en los desafíos sin crear senderos transformadores. No se vive perfecta sino real, precisamente es tan consciente de su ser perfectible que se dispone a vivir para transcender, siendo tejedora de nuevas realidades y un ser de luz.

Ella representa un número significativo de mujeres, podría mencionar a muchas sin duda que son vientres de sabiduría, es decir, a las poderosas mujeres guajiras que han decidido vivir universalmente. Sigo escribiendo en homenaje a la fuerza femenina, a su liderazgo y poder. Que el mundo se contagie de vidas que iluminan hasta las más arraigadas tinieblas.

Ana Miranda Daza

Se describe como una guajira de alma curiosa, tiene una mirada profunda y una voz de tono suave con una melodía propia de la provincia de Padilla, es serena y alegre, irradia una armonía que contagia de alegría y esperanza, dialogar con ella es viajar por un universo de aprendizajes inspiradores.

Afirma que le llevó tiempo descubrir su propósito de vida, fue un tiempo en el que se cuestionaba en lo que verdaderamente quería, lo que le hacía sentir feliz y donde quería estar, se tomó un año sabático y pudo reencontrase con ella misma y redescubrió que lo que realmente le apasionaba desde niña era el mundo de la belleza y la cosmética, comprendió que era parte de su evolución como persona al relacionarse con los demás y dejar un verdadero impacto en ellos.

Esto la llevó a emprender viajes fuera de su tierra natal y por ello actualmente está radicada en Europa, siendo reconocida por su trabajo, que es un arte magistral de sanar y renovar con sus manos, misión poderosa que cumple con altura. Ana es una mujer generosa que pone al servicio de la humanidad el don que tiene, a sus 56 años (recién cumplidos) va por la vida sintiéndose libre y feliz cuando trabaja, porque lo hace dando lo mejor y haciendo que otros se sientan felices, siente que está contribuyendo a generar bienestar.

“Lo que más amo es esa energía que fluye cuando estoy en contacto con los demás y la energía o el impulso que me hace levantar cada día, más allá de lo que me pueda representar económicamente”

La madre de la “Técnica ReRe”

Ana tiene unas manos milagrosas que, al tocar la piel con técnicas patentadas por su sabiduría ancestral y su entrega al servicio humanizado, rejuvenecen, recuperan, renuevan y reorientan a la vitalidad, ésa es ella, la dueña de un don especial que ha devuelto la sonrisa, autoestima y alegría a muchas personas.

Desde que inició sus estudios de estética hace 22 años, se inclinó por el rejuvenecimiento de la piel de forma natural, fue muy exigente con lo que hacía y quería mejorar lo que había. Fue así cómo empezó a investigar, estudiar y crear su propio método manual de rejuvenecimiento de la piel llamado “Técnica ReRe” (rejuvenecimiento y remodelación facial, en el cual, lleva trabajando desde el 2008. Ella afirma que:

“Es un método que tiene como finalidad estimular la piel a nivel de sus diferentes sistemas para dar como resultado una piel hidratada, luminosa y firme, libre de arrugas y una definición del óvalo facial y el cuello, recobrar los rasgos que se han perdido con el paso de los años como son  el volumen y definición en cejas, pómulos, punta de la nariz y labios, en pocas palabras obtener un rejuvenecimiento real y duradero y sobre todo lograr que la persona se sienta a gusto cuando terminamos el tratamiento con un gran impacto físico y emocional”

La Guajira desde la mirada de Ana Miranda

Para Ana, la Guajira, su tierra amada, es esa parte de la geografía hermosa y mágica donde creció y que lleva en ella porque la siento tal cuál, donde está su familia y amigos entrañables, ha sido para ella una inspiración en lo natural, en la raíces de la cultura ancestral indígena  entendiendo que somos cuerpo y alma.

“La Guajira fue donde me nutrí de mis primeros conocimientos en el arte de la belleza. La Guajira es esa tierra a la cual me siento conectada a través del alma, la misma alma con la que viajo a ella, como la canción vallenata que me encanta Alma viajera”

Aplaudo a las mujeres valientes, sabias y generosas como Ana que dejan un sello de guajiridad pura en el Mundo, que inspiran y motivan a nunca rendirnos.

 

Fabrina Acosta Contreras