Ocio y sociedad
La historia del cubano Ramón Fonst, el primer medallista olímpico latinoamericano
Puede que este detalle les parezca insignificante, y para otro algo sorprendente, pero la primera medalla olímpica latinoamericana no llegó con deportes como la natación, el atletismo o el ciclismo, sino un deporte de gran tradición europea: la esgrima.
La historia de Ramón Fonst Segundo, el deportista cubano que logró la hazaña, merece por eso todas nuestras atenciones. Nació en la Habana en 1883. Aunque pasó la mayor parte de su infancia y juventud en Francia, donde aprendió esgrima, siempre representó a Cuba en todas las competiciones en que participó. Con tan solo 11 años se convirtió en campeón de florete del país galo. A partir de ese momento y hasta su última competición, con 55 años, estuvo cosechando éxitos, fama y haciendo historia para el deporte de su país natal.
Cumplidos los 17 años, se erigió como campeón mundial de espada en los Juegos Olímpicos de París en 1900. Se convertía, así, en el primer cubano y primer latinoamericano en ser campeón de las competiciones olímpicas.
Cuatro años más tarde, en la III Olimpiada Mundial de San Luis de 1904 conquista nuevamente el oro en las modalidades de espada y florete.
En 1915, en ocasión de celebrarse la Exposición Mundial de San Francisco, se enfrentó y derrotó a cerca de 100 contrincantes y se alzó con títulos de espada, florete y sable. La prensa, enloquecida con sus números y su maestría llegaron a catalogarlo como algo extraordinario y fuera de serie.
En 1924, a la edad de 41 años, volvió a competir en los Juegos Olímpicos de la ciudad que lo había visto convertirse en el primer olimpista latinoamericano: París. En esta ocasión no pudo pasar de la semifinal. Sin embargo, esto no fue suficiente como para amainar los ánimos de un atleta de su talla y dos años después consigue ganar las tres medallas de oro de las pruebas individuales de sable, florete y espada en los Primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en 1926 en México, así como otro oro por equipo en florete.
Su última gran competición y sus últimas preseas las conquistó con 55 años en los IV Juegos Centroamericanos y del Caribe, donde obtuvo oro y plata como integrante de los equipos de espada y florete, respectivamente.
Sus éxitos y su maestría, las 125 medallas y 25 trofeos que obtuvo en toda su carrera le han valido ser considerado como uno de los 100 mejores atletas cubanos de la historia y el mejor esgrimista de todos los tiempos. Se le han concedido numerosos premios y reconocimientos como Caballero de la Legión de Honor Francesa, la Orden del Mérito Deportivo, la Gran Cruz de la Orden de Carlos Manuel de Céspedes, entre otros. Es miembro desde 2003 del Salón de la Fama del Deporte Cubano de Miami y hasta da nombre a una sala polivalente de la capital y a un torneo celebrado en su honor "Torneos internacionales Ramón Fonst in Memoriam".
PanoramaCultural.com.co
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