Opinión

Editorial: El juglar que nos recordó lo absurdo de la violencia

Redacción

29/04/2013 - 13:11

 

Edgar BermúdezEl pasado 26 de abril, durante la inauguración del Festival Vallenato, un acto de superación significante nos llamó la atención.

Podría haber pasado desapercibido porque, poco tiempo después del discurso del presidente Juan Manuel Santos y las intervenciones de los cantautores Iván Ovalle y Chiche Maestre, la música se había impuesto a todo lo demás.

Sin embargo, la entrada del compositor Edgar Bermúdez “El juglar de La Paz” fue presentada con todos los elementos que permiten entender cuál ha sido su recorrido y, al mismo tiempo, su grado de valentía y de voluntad.

Antes de ser el cantautor que nos hizo bailar y disfrutar con su letra llena de sentimientos, Edgar Bermúdez fue un policía que tuvo que enfrentarse a situaciones extremas de tensión,  encarar el terror de grupos armados de Colombia y, en uno de esos encuentros letales, padecer una grave explosión que lo dejó inválido.

Las consecuencias más visibles son una ceguera y unas heridas en el rostro que lo persiguen desde ese día como fantasmas desazonadores, pero más allá, están también los sueños rotos, el cambio de vida, la resignación, la pérdida de amigos, y el dolor.

Edgar es, antes de todo, una víctima del conflicto. Un hombre que ha vivido en primera persona la división de un país, que ha sufrido en la mayor soledad la ambición y la crueldad de todos los bandos.

Durante la noche de inauguración, el juglar demostró que era un ser digno de admiración, no sólo porque había encontrado la fuerza para emprender una nueva vida y cantar con todo el alma, sino porque había logrado reponerse a través de la música, perdonar  a quienes le habían causado esa “muerte en vida” y pedir la reconciliación entre todos.

La actuación de Edgar tuvo una acogida espectacular. Sin ser tan conocido del gran público, el cantautor firmó un concierto excepcional que mantuvo la alegría y las expectativas de un público exigente.

Pero quizás el mayor éxito de Edgar Bermúdez sea el habernos hecho pensar en lo absurdo de este conflicto que destruye vidas y familias, y forzarnos a mirarnos en el espejo.

¿Por qué seguir matándose por ideas? ¿Por qué vivir en medio de balas y riñas cuando es posible hacerlo con palabras? ¿Por qué disparar al hermano o al amigo? ¿Por qué sufrir indefinidamente en una vida que es pasajera? ¿Por qué albergar sentimientos de odio cuando es posible intercambiarlos por sonrisas? ¿Por qué seguir malviviendo cuando se puede vivir mejor, es decir en paz? ¿Por qué vivir con el corazón lleno de rencor cuando es posible concebir una vida más sencilla y libre de ataduras cargantes?

Éstas son algunas preguntas que transmitió Edgar Bermúdez con su actuación en vivo. Es una invitación a pensar, a cerrar las heridas, a vivir de otro modo y ver al vecino como otro ser humano. Sin más barreras.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Se mueve la cosa política

Se mueve la cosa política

  Algo común y corriente es que cuando se acercan las elecciones locales y regionales, un año antes, o quizás mucho antes, los d...

Alternativismo peligroso

Alternativismo peligroso

  En un gobierno pueden acontecer centenares de crisis de distintas índoles, las cuales, con razón, generan cierto descontento e ...

Menos discursos frente a las drogas y más objetividad económica

Menos discursos frente a las drogas y más objetividad económica

  Son muchas las voces a favor de los cultivos de uso ilícitos, esta vez me refiero a la hoja de coca, elemento base de donde se ext...

Hay quienes desprecian la cultura

Hay quienes desprecian la cultura

El desprecio que los políticos de nuestro medio sienten por la Cultura es algo que desdice mucho de su propia preparación y de la i...

En tiempo de navidad, alabanzas por la vida

En tiempo de navidad, alabanzas por la vida

La vida se nutre de recuerdos. Recordar es vivir, dice el refranero popular.  El tiempo con sus pinceles de luces y de sombras deja ...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

La Parranda vallenata

Carolina Rosa Guerra Ariza | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados