Opinión
Editorial: Las victorias de la música en el Cesar
Cuando la música se impone, algo bueno está pasando. Y la visita este mes de noviembre de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional a la ciudad de Valledupar es una de las mejores iniciativas culturales de los últimos meses.
Invitada por la Gobernación del Cesar en forma de intercambio con la agrupación del Turco Gil, la orquesta dirigida por el maestro ruso Guerassim Voronkov recibió una clamorosa acogida del pueblo valduparense.
En la plaza del Primero de Mayo nunca antes se había visto una orquesta de este perfil y menos con 70 miembros de una experiencia incuestionable, todos luciendo un elegante uniforme blanquinegro que contrastaba con el del director (vestido de rojo).
Parecía una película, pero de esas clásicas e inolvidables. Una película de alta producción, sin grandes efectos visuales, pero con un elenco de primorosa calidad que venía a revolucionar verdaderamente los oídos y las mentes.
En esa primera cita, la audiencia fue importante –aunque pudo ser mayor–, pero lo más importante era el rostro de sorpresa y de curiosidad que exponían los presentes. Ninguno quedó indiferente. Parejas, familias y grupos de amistades conocieron de manera gratuita la más exquisita música clásica europea.
En la segunda cita, el viernes 15 de noviembre en la Plazoleta de la Gobernación, el rumor de una orquesta brillante ya se había esparcido por los cuatro costados de la ciudad y el público respondió de manera concurrida.
Las notas de Richard Wagner retumbaron con majestuosidad. El viento armonioso de “La Valquiria”, las notas inconfundibles de “El holandés errante”, “Lohengrin” y “Tristán e Isolda” conmovieron a los vallenatos como nunca antes se había hecho.
En el escenario la orquesta parecía en una nube. Una nube musical. Una nube cultural. Una nube llena de buenas intenciones y de esfuerzos dirigidos a la mejora social. Y esto podía percibirse en las palabras del director Voronkov quien, unas horas antes, se alegraba por haber participado en un proyecto de semejante impacto.
“Creo que hemos conseguido por lo menos despertar el interés de los estudiantes por este tipo de música, creo que hemos dado un primer paso”, decía. Y esas declaraciones se vieron respaldadas por las del gobernador, Luis Alberto Monsalvo, quien veía la posibilidad de abrir más espacios para construir cultura.
Desde PanoramaCultural.com.co, debemos recalcar la gran victoria de la música y de la Cultura. Este mes de noviembre, la ciudad de Valledupar y el Cesar se ganaron un bellísimo espectáculo y experimentaron algo desconocido que favorece la educación, la tolerancia, la apertura de la mente y el diálogo con otras ciudades e instituciones.
Esperemos pues que esas victorias puedan repetirse con una cierta frecuencia, para que el efecto del primer concierto no se diluya, y que también se puedan multiplicar los escenarios en el departamento del Cesar y la costa Caribe.
0 Comentarios
Le puede interesar
Wastín, un turco en el pueblo
Su padre, Miguel Chajín Hadat Assaz, oriundo de Zahle Líbano, llegó a Barranquilla por allá en 1902, vivió un tiempo ahí y, busca...
Me llamo Gustavo Petro y soy su presidente
Gustavo Francisco Petro Urrego nació un 19 de abril de 1960 en Ciénaga de Oro (Córdoba), pueblo de origen zenú en el Caribe col...
¿Qué pasa con las bibliotecas del Cesar?
Las bibliotecas son la presa predilecta del tirano y del invasor. Esta institución que atesora el saber de la humanidad y que permite ...
Omar Geles no tiene rival
En el folclor Vallenato se han dado históricas piquerias de cantautores y músicos; entre otras podemos resaltar aquella legenda...
Corran, naden, vuelen, sálvense
Ahí vas caballito que cabalgas con tu carreta llena de ramas del árbol que fue cortado, y tú, caballito que corres porque el ani...