Opinión

Diáspora y génesis afrocaribeñas (X): Efluvios danzarios hacia Europa

Jairo Tapia Tietjen

23/07/2014 - 12:10

 

Escena de Candombé, Uruguay (1870)Verdadero torrente, tsunami de danzas y cantos causaron las embarcaciones de la región caribeña en los interminables intercambios con Europa entre los siglos XIII a XV.

Esta región específica de nuestra América corresponde a varios países y regiones como las Antillas Mayores y Menores; más al Norte como Puerto Rico, Jamaica, República Dominicana y Cuba, y en la periferia las costas de México,  Panamá, Colombia, Venezuela y Perú, siendo Cuba el eje del desarrollo de la música  popular y folklórica.

Se registra que  en esta gran isla los primigenios indígenas guanahayabeyes, siboneyes y taínos, aportaron el areíto como expresión de sus reuniones  tribales o comunales, empleando tambores de troncos ahuecados, flautas de hueso y caracoles con orificios o  guamos, maracas y sonajeros de espina de pescado.

Gradualmente, el proceso colonizador con la influencia decisiva de esclavos africanos con sus tradiciones  religiosas, sincretismos o santerías que imponen parangones con  las  deidades  cristianas,  sus tambores  de conga, acompañantes de las futuras comparsas que se propagan por todo el Continente con diversas  denominaciones: en Brasil encontramos danzas candomblé, nago, umbanda, cabloco y payelonza; en Cuba, Lucumí, ñáñigo y bantú; Petró y radá en Haití, y María Lionza en Venezuela. Desde Jamaica se difunde la cunfa, poco y myal, así como changó en Trinidad y Granada.

El extenso repertorio registra la danza negra sudanesa, como fandango, que en España asume el nombre popular de gaditana,  murciana o malagueña, según las adaptaciones  regionales. El canto bantú de los congos es la popular zarabanda, de práctica sacromágica que en Europa influencia suites, conciertos y sonatas de Bach, Purcell, Brahms y Couperín.

También se destacó la chacona mexicana, que Cervantes, Lope de Vega y  Quevedo, llaman “indiana amulatada”, las que tuvieron variantes como el pasacalle, la folía y el cumbé, muy acogidos en Portugal, con muchas personas en frenesí tocando platillos y sonajeros.  De allí es fácil deducir que la voz africana “cumbé”,  se refiere a danza jolgorio o parranda, conocido en el Congo como “cumbá”, término acogido en Venezuela, y el “paracumbé”, reseñado por los poetas del Siglo de oro español, y el “caracumbé” en lugares de explotación minera en Antioquia, y cumbia o cumbiamba, ritmo colombiano.

El ambiente musical y danzario se enriqueció en todas las grandes Provincias americanas, como la del Río de la Plata, con el candombe, el tango y la resbalosa. La  rumba, según Carpentier es “la juerga con mujeres sin rumbo”. Otras danzas acogidas por esclavos  y  dueños francesas eran “las calendas”, provenientes de Guinea, y se esparcieron gradualmente  por toda la región. La coreografía del “puntapié al delantal”, similar al fandango español, se atribuye al “chuchumbé”, de la familia de la zarabanda, con movimientos, meneos y ademanes que acercaban a las parejas.

Pérez Prado, asume que la expresión “mambo”,  de los sacerdotes orishas congos,   expresa comunicación con los espíritus, mediante el canto, y en el compositor los metales presentan un diálogo continuo, entre saxos y trompetas. El merengue afrohaitiano, adquiere modernamente nacionalidad dominicana, así como se extiende hasta la Cuba oriental, la música dahomeyana, llamada “cocote  o  cocoyé”, en serie de coplas con un esquema rítmico que constituye “el cinquillo”, importante por su influencia posterior en la contradanza y el danzón.

Organizaciones  secretas como la abakúa o ñáñigos, contribuye al folklore caribeño y antillano con los tambores simbólicos que sólo son rasgados, sin golpearse, así como los cantos  para cada función  ritual.

Hay noticias de que el primer Son, como tal, se atribuye a la liberta dominicana Teodora Ginés, el Son de máteodora, en Santiago de Cuba, el cual corresponde a añeja canción española con estructura de romance extremeño, con estribillo vocalizado y con bandola africana rasgada, ritmo conservado en “La resbalosa” del Sur del Continente y que causa furor en el mundo social de  Europa, debido al intercambio incesante como reflejo de cultura y civilización.

 

Jairo Tapia Tietjen

jtt.stspiritu2@outlook.com

Sobre el autor

Jairo Tapia Tietjen

Jairo Tapia Tietjen

WikiLetras - In Memoriam

Codazzi, Cesar (1950-2018). Columna en memoria de quien fue un destacado colaborador de PanoramaCultural.com.co. Bachiller Colegio Nacional A. Codazzi, 1970. Licenciado en Filología Española e Idiomas, UPTC, Tunja, 1976; Docente en Colegio Nacional Loperena, 1977-2012. Catedrático Literatura e Idiomas, UPC, Valledupar, 1977-2013. Director Revista 'Integración', Aprocoda-Codazzi, 1983-2014; columnista: Diario del Caribe, Barranquilla, El Tiempo, Bogotá, El Universal, Cartagena, El Pilón, Vanguardia Valledupar: 1968-2012. Tel: 095 5736623, Clle. 6C N° 19B 119, Los Músicos, Valledupar- Cesar.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El silvestrismo está herido

El silvestrismo está herido

  Diomedes Díaz, sin duda alguna, significó un quiebre en el vallenato rural, para muchos resulta incomprensible que un hombre qu...

El Día de la madre

El Día de la madre

  La madre es la columna vertebral de la familia, es la persona que entrega amor incondicional las 24 horas del día a toda la famili...

Otras patrimoniales (I): Festival Nacional de la Tambora

Otras patrimoniales (I): Festival Nacional de la Tambora

Finaliza el mes de septiembre, en el cual, por disposición del Decreto N° 853 de 1998, debe celebrarse el segundo domingo de dicho me...

Editorial: Nuevos americanismos en el diccionario de la RAE

Editorial: Nuevos americanismos en el diccionario de la RAE

Todo idioma se transforma y se enriquece a diario. El idioma es también el reflejo del cambio de una civilización, y el Español -c...

En cortinas de humo tenemos maestros

En cortinas de humo tenemos maestros

  Sentarme a escribir semanalmente esta columna debería ser una rutina, pero ocurre que no, ya que pospongo su escritura y trabajo...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados