Opinión
Los premios de los Festivales
Son muchos los que piensan que organizar un Festival Vallenato es como soplar y hacer botella, y por eso tal vez, nacen a granel festivales de este género musical a lo largo y ancho del País. El problema es que la gran mayoría llegan a la vida con acta de defunción prematura, entre otras cosas porque creen que el pago de los premios no es lo más importante de estos eventos.
En días pasados, participé de una tertulia sobre las causas por las cuales los organizadores de festivales vallenatos dejan de pagar o pagan incompletos los premios a los concursantes y llegamos a muchas conclusiones, algunas de las cuales quiero hoy compartir con ustedes.
Una razón por la cual nacen muertos algunos de estos eventos es la de pretender hacerle de entrada competencia al Festival de la Leyenda Vallenata y ofrecer una premiación atractiva y jugosa, por ello sus organizadores tienen entre sus principales objetivos el de llegar a ser a corto o mediano plazo el segundo Festival en importancia del País y, sin ambages, afirman y por qué no superar al de Valledupar.
En principio no es malo, ni un error trazarse metas ambiciosas; el problema consiste en correr sin haber gateado ni caminado, y como se dice popularmente “la avaricia rompe el saco” o “el que mucho abarca poco aprieta”.
Otra razón poderosa del no pago, o dejar como última prioridad el pago de los premios, es la corrupción interna entre los organizadores, ya que casi siempre entre quienes se unen para crear o hacer un festival hay intereses económicos particulares y concretos que no tienen el más mínimo espíritu altruista de apoyo a la Cultura y que pactan coimas en todo lo que sea contratación.
No hay otra explicación a que en un Festival Vallenato primero se paguen todos los contratos y solo si queda algún remanente se piense en pagar los premios, como se ha vuelto costumbre en algunos de estos eventos.
Este es un problema al que el Ministerio de Cultura o cualquier otro organismo gubernamental debería prestarle más atención, o en su defecto pensemos en crear un órgano de control que vigile y ponga un “tatequieto” a tantos avivatos que se hacen llamar gestores culturales para engañar vilmente a nuestros músicos.
Algunas juntas organizadoras de festivales vallenatos se parecen más a un “concierto para delinquir” que a otra cosa, por lo cual ya es hora de denunciar estas prácticas que le hacen tanto daño a nuestro folclor.
Jorge Nain Ruiz
@JorgeNainRuiz
Sobre el autor
Jorge Nain Ruiz
Vallenateando
Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.
0 Comentarios
Le puede interesar
Programa de gobierno, una figura ineficaz
Hoy en día las contiendas políticas fijan la atención de los ciudadanos de los pueblos y regiones de Colombia, cada quien da su ...
Las armas de fuego no son un juego
De nuevo el dolor, la rabia y la indignación por la masacre de 17 niños en una escuela en el estado de Florida EEUU, vuelve a p...
A la maestra Carmen
Hace unos días recordaba mi último encuentro con José Guillermo Castro Castro, mejor conocido como "Pepe". Con lágrimas en los ...
A propósito de la terna para fiscal general
Cuando el presidente Juan Manuel Santos abrió una convocatoria pública para la terna del Fiscal General, me sorprendí, me llené d...
El juego de las obstinaciones
Sobre la perversidad electoral El 27 de mayo se realizarán las elecciones presidenciales. Según las distintas encuestas, habr...