Opinión
El Vallenato en los Planes de Desarrollo
Hace menos de quince días los colombianos acudimos a las urnas a elegir nuestras autoridades locales, corporaciones públicas, departamentales y municipales, pero también las cabezas del poder ejecutivo en los entes territoriales, es decir, gobernadores y acaldes, todo ello precedido de la figura relativamente novedosa y piedra angular de nuestra democracia participativa de 1991, denominada “El voto programático”.
Los departamentos del Cesar y la Guajira con respecto al resto del país tienen una peculiaridad que ya conocemos, y es nada menos que nuestra hermosa música vallenata, ingrediente que sin lugar a dudas “transversaliza” a todos los demás ejes temáticos del Plan de Desarrollo de un gobernante ejecutivo de estos entes territoriales.
Es posible que esta no sea la constante en todos los municipios del Cesar y la Guajira, pero sí en algunos de ellos, comenzando por las capitales de estos departamentos, donde se realizan sendos Festivales Vallenatos, como encuentros culturales y folclóricos debidamente institucionalizados y que ya son patrimonios inmateriales de estas regiones y del país.
En municipios como Villanueva, El Paso, La Paz, Urumita, San Juan del Cesar, Patillal, corre grave peligro su acervo cultural si no hacen anualmente sus Festivales Vallenatos y si no se apoya desde las instituciones estatales a sus músicos, que conforman gran parte de la población.
Ignoro si en los Planes de Gobierno de los candidatos a gobernaciones y municipios de esta comarca existían programas o proyectos o políticas públicas que tuvieran que ver con la música vallenata y el mejor vivir de los artistas, pero, de no ser así, tampoco fue óbice para que, ahora que ya se encuentran elegidos y que serán nuestros gobernantes por los próximos cuatro años, no puedan incluir en sus Planes de Desarrollo lo que hace rato vengo reclamando a nuestras autoridades y que denomino políticas públicas de la música vallenata.
El asunto es sencillo: la música vallenata, en el caso del municipio de Valledupar, es el primer renglón de la vida social, política y económica de los vallenatos, aunque algunos me digan que exagero. ¿Cuántas familias y personas derivan su subsistencia, directa o indirectamente, de la música vallenata en esta tierra? Luego, entonces, ¿cómo podemos soslayar un clamor popular como lo es gubernamentalizar y democratizar eventos como estos festivales?
Cuando me dicen que el nuevo alcalde de Valledupar es un amante y exponente de nuestra música y cuando todos sabemos que la nueva gobernadora de la Guajira es casi que venerada por los más grandes y famosos artistas Vallenatos -casi todos la han saludado en sus grabaciones-, a uno de inmediato se le viene a la mente que en sus planes de Desarrollo tendremos un capítulo especial para la música vallenata y sus cultores. Es lo mínimo que esperamos.
Jorge Nain Ruiz
@JorgeNainRuiz
Sobre el autor
Jorge Nain Ruiz
Vallenateando
Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.
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