Opinión

Canciones inéditas, una letanía poco creativa

Abel Medina Sierra

11/05/2017 - 07:20

 

 

Cerrado el telón de la versión conmemorativa de medio siglo del Festival de la Leyenda Vallenata, con mente reposada y diluida la resaca, conviene la hora de los balances y las reflexiones. En particular me quiero referir al concurso de la canción vallenata inédita, que en esta ocasión coronó como rey de reyes a Ivo Luís Díaz.

La decisión causó cierta extrañeza pues era claro el favoritismo del son de Julio César Daza. La canción ganadora, “El rey de los cajeros” tuvo muchas críticas en la semifinal por la saturación de voces que la hacía casi inaudible para el público. A veces suele pasar en los festivales, que ciertas canciones se imponen más por el peso simbólico de la letra que por su calidad estética, en este caso, se quiso honrar al cajero Pablo López al declarar como ganadora esta canción. Al fin, el verdadero homenaje a la dinastía López fue este año y se sigue demostrando que para muchos jurados, el apellido de los concursantes pesa mucho.

A decir verdad, para ser una versión de rey de reyes, las canciones inéditas no estuvieron a la altura esperada. Unos compositores veteranos que ya poco se dedican a componer y otros que se han vuelto repetitivos en el formulismo simplón de sus composiciones. Particularmente, creo que se escucharon mejores canciones el año anterior con compositores de menos pergaminos.

Los motivos que han conspirado para que este concurso se vuelva una monótona letanía repetitiva y de escaso ejercicio creativo son varios. Llama poderosamente la atención el oportunismo temático de los compositores. Aproximadamente un 90% de las canciones hacían alusión a los 50 años del Festival con un inventario de alusiones a Consuelo, López y Escalona, vivas a Valledupar y otras muletillas que nunca faltan en estas canciones “festivaleras”.

Compositores como Iván Ovalle o Alfonso Cotes Núñez desperdiciaron bellas melodías en líricas que dicen nada nuevo. Otra tendencia marcada es lo que llamaría, las “canciones obituarios”. Nuestros compositores creen que mientras más muertos mencionen en las canciones tienen más valor folclórico. Hubo canciones en las que nombraban más de 20 personajes fallecidos entre políticos como López y Pedro Castro hasta gestores como Consuelo y cualquier cantidad de juglares.

La universalidad se fugó de la canción vallenata en este y los demás festivales o la expulsaron los jurados con sus decisiones y premiando canciones de temáticas muy domésticas o de referentes muy locales. Lo que escuchamos es un verdadero inventario de ausencias a la que se suma la nostalgia por los tiempos idos, las costumbres pérdidas o por las canciones memorables como “El amor amor”, “Matilde Elina”, “El testamento” y otras que seguirán en su reino mientras estos autores no afinen la creatividad y su lucidez. 

Por otra parte, el déficit lingüístico de los compositores parece ser el mal mayor en estos tiempos. Los lugares comunes abundan y se pasean de una canción a otra en una suerte de corta y pegue y una ausencia de recursos retóricos. ¿Es que acaso, no se puede llevar al festival der Valledupar una canción que no mencione a Consuelo, Escalona, el río Guatapuri, la nevada, el cerro de Murillo o los cañaguates? La vieja fórmula que le sirvió a Rafael Manjarrés o a Wiston Muegues no pasa de moda y en eso, los jurados tienen mucha culpa, porque si un autor se presenta con una canción espontánea, natural, sin lo artificioso y oportunista de las canciones “festivaleras”, lo descalifican.

Una buena canción puede tomar cualquier temática, se trata de un concurso para escoger la mejor canción y no la que más haga inventario de nostalgias y referentes identitarios de la ciudad o pueblo donde se organiza el festival. Recordemos canciones de temáticas amorosas que han sido ganadoras de festivales e igualmente han tenido éxito comercial como “Fue aquella tarde” de Chiche Ovalle y “Si no me abrazas” de Wilfran Castillo ganadoras en Cuna de acordeones, “Brillará una esperanza” de Luis Egurrola en el Retorno de Fonseca; “Nido de amor” de Octavio Daza, ganadora en Arjona; “Juramento” de Marín, “El amor es un cultivo” de Rosendo, “Gitana” de Roberto Calderón o “Gaviota herida” de su hermano Unaldo Efrén, ganadoras en el Festival de Compositores de San Juan del Cesar. Evidencias que una buena canción puede cumplir los dos propósitos, recibir el aplauso del público en la tarima y la refrendación de su aceptación en el disco y los medios.

Los festivales, aunque tienen el espíritu de salvaguardar lo más tradicional, son las instituciones que a veces más inclinan a los músicos a adoptar ciertas “modas” que terminan por imponerse como canon. En este caso, el Festival de la Leyenda Vallenata debe imponer una moda que nunca falta en el arte: la de ser creativo, recursivo y expresivo, que eso si falta en las canciones inéditas.

 

Abel Medina Sierra 

 

1 Comentarios


Armando Felizzola 22-05-2023 04:43 AM

Diste en el clavo. Mejor no has podido decirlo.

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Una temporada en el paraíso

Una temporada en el paraíso

  A propósito de mi corta permanencia en la dirección de la Oficina de Cultura de Valledupar, llega a la memoria el poema del fra...

Ya viene la versión 52 del Festival Vallenato

Ya viene la versión 52 del Festival Vallenato

Por esta época, en la ciudad de Valledupar se encuentran en los últimos detalles de preparación del Festival de la Leyenda Vallenata...

¿Murió la revolución o un revolucionario?

¿Murió la revolución o un revolucionario?

Murió el hombre que encarnaba una revolución fallida desde hace varias décadas y se convirtió en un tirano, igual o peor a Fulgen...

Editorial: Esas rupturas que dan vida a la música vallenata

Editorial: Esas rupturas que dan vida a la música vallenata

Cada dos o tres años, estalla en el folclor vallenato una serie de implosiones que alteran seriamente el rostro de sus máximas agru...

Pobres canciones inéditas

Pobres canciones inéditas

  Entre los diversos concursos, modalidades y categorías que se desarrollan en el marco del Festival de la Leyenda Vallenata, se e...

Lo más leído

Los Pacabuyes: ¿un pueblo Chimila o Malibú?

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Pueblos

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados