Opinión

Dos pueblos en un solo corazón

José Atuesta Mindiola

05/12/2017 - 06:50

 

Iglesia de Santa Ana Magdalena y la ermita de Santa Ana de los Tupes (arriba)

 

Santa Ana en el departamento del Magdalena y Santa Ana de Los Tupes en el departamento del Cesar, dos pueblos unidos por la tradición española de instituir poblados con nombres de santos.

El primero fue fundado el 26 de julio de 1751 por José Fernando de Mier y Guerra. El segundo fue erigido en ermita doctrinera de indígenas Tupes, entre 1737 y 1740, cuando el sacerdote Silvestre de Lavata y otros misioneros capuchinos, agruparon a los nativos y repoblaron la aldea, según investigaciones de Armando Arzuaga Murgas.

Pero, además, estos dos pueblos se caracterizan por ser regiones agrícolas y ganaderas. El poeta Oscar Delgado hizo una descripción de su pueblo Santa Ana, pero es válida para ambos: “las calles van y vienen sin prisa. En las sementeras brotaron los rayos azulados y blandos de las primeras espigas. Llegó el día de la cosecha y el poeta segó la luna más hermosa, más frutal…”.

Pues bien, estos dos pueblos vivieron en el corazón de Humberto Atuesta Acuña, mi querido tío, un hombre bondadoso, fiel al trabajo y a la vida, que nació en Santa Ana en 1928, y muy joven llegó a esta tierra vallenata y vivió por más de 60 años en Santa Ana de Los Tupes. El temor a Dios y la honestidad siempre eran la luz de su camino.

Antes de Humberto, el primero en llegar a esta maravillosa tierra del Valledupar fue mi padre José Eleuterio en 1937, y después sus hermanos Pablo, Jose Abraham y Humberto, llegaron con las manos llenas de sueños, de inocencia juvenil y de nostalgia por la familia, las cosas queridas de la infancia, las inolvidables tardes de corralejas y las fiestas de Santa Ana, la venerada patrona del pueblo, madre de la Virgen María. Humberto trabaja en los quehaceres del campo en las vecindadas de La Paz y de San Diego, y por la población Santa Ana de los Tupes siente cercanía espiritual, porque le hace recordar a su tierra natal.

En Santa Ana de los Tupes conoce a Carmen Barrera, y el amor conquista sus sueños. Nacen sus once hijos, educados en la tradición cristiana y en la responsabilidad del trabajo, y de ellos cuatro lograron obtener títulos universitarios y hoy son distinguidos profesionales: Oscar Darío, Eleuterio Alfonso, Dannys Mercedes y Armando José, quienes han orientado la armonía familiar y la superación académica de sus hijos y sobrinos.

El escritor Ernesto Sábato, quien alcanzó a vivir casi cien años y padeció, como todos los mortales, los malestares de la vejez, dijo: “hay días que me invade la tristeza de morir, e intento engañar a la muerte, como si ella pudiera entender mis razones, y me pongo a hacer algo, confiado en que la muerte no me arrebatará la vida mientras haya una obra sin terminar”.

Humberto Atuesta Acuña, a los 89 años, dos meses y doce días, en su casa en Valledupar donde residía hace diez años, sintió que su obra terrenal había terminado, iluminado por la fe se arropó en el silencio, cerró sus ojos y su espíritu sempiterno viajó a la eternidad del Reino Celestial, y quedan los esplendores de sus virtudes y de sus semillas esparcidas en la fertilidad de la vida.

 

José Atuesta Mindiola

Sobre el autor

José Atuesta Mindiola

José Atuesta Mindiola

El tinajero

José Atuesta Mindiola (Mariangola, Cesar). Poeta y profesor de biología. Ganó en el año 2003 el Premio Nacional Casa de Poesía Silva y es autor de libros como “Dulce arena del musengue” (1991), “Estación de los cuerpos” (1996), “Décimas Vallenatas” (2006), “La décima es como el río” (2008) y “Sonetos Vallenatos” (2011).

Su columna “El Tinajero” aborda los capítulos más variados de la actualidad y la cultura del Cesar.

1 Comentarios


Maria Inés Alfonso 01-09-2018 08:58 PM

Mucho agradecería pudiera contactar con la persona que escribió este artículo dado que me encuentro elaborando la genealogía de mi familia y en lo que he podido averiguar tengo un abuelo o bisabuelo llamado Eleuterio Alfonso y el apellido Barrera también figura dentro de la investigación que he obtenido hasta ahora. Mi correo electronico es: maines0207@gmail.com. Muchas gracias

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El hambre de la política y la sed de poder

El hambre de la política y la sed de poder

Mezclar el hambre con la necesidad y una pizca de poder, es la fórmula peligrosa que siempre explota como bomba en cualquier socieda...

Masculinidades tejedoras de nuevas realidades

Masculinidades tejedoras de nuevas realidades

“No queremos ser machos dominantes, queremos ser compañeros de lucha de las mujeres en su camino de emancipación y liberación" ...

Un Canto al Río con pasos de gigante

Un Canto al Río con pasos de gigante

  El pasado jueves 30 de noviembre se realizó la primera actividad oficial de la tercera versión del único festival ecológico y f...

Lágrimas en el sueño

Lágrimas en el sueño

  Las lágrimas caen por mis mejillas mientras duermo, salen de mis ojos cerrados por el profundo sueño. En ese mismo sueño tomé e...

Volver al Valle

Volver al Valle

Para el vallenato -a fin de no utilizar la particularización valduparense- viajero y ausente, la nostalgia y el recuerdo del terruño ...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados