Opinión
El desquite de Iberia
Más que admirarla la hemos querido como se quiere a las madres cuya obra de vida es ejemplar, mujeres abnegadas, como la gran Maria Iberia La Bella Ustáriz.
En su merendero “La Bella”, transformado como herencia gastronómica de su señora madre y convertido en emprendimiento de primer orden, honró siempre la ‘cocina tradicional vallenata’, un referente de la culinaria regional, con alcance creativo e innovador.
La Cacica, Consuelo Araujonoguera valoró ese esfuerzo y la magia de su sazón, y, durante el Festival Vallenato, se realizaba el tradicional almuerzo con los periodistas en su sede. Gracias a La Bella, atendimos a visitantes y propios, en emotivos momentos.
Aquella mañana, magistrados de altas cortes, invitados por el Capítulo Valledupar de la Cámara Junior de Colombia, compartían desayuno especial en Madrigal, antes de su regreso a la Capital. Iberia ‘la sacó del estadio’. Tremendo comistral, había que ver la coquetería de los chicharrones, cuál acordeón pitador, arepas de queso, sin altivez ni cretineces, rosquetes de emotiva ovaladez, cuadrículas enñervadas de panza en pevre, queso musical, y más. Sentados ‘a manteles’, el entonces director Judicial, su hijo, Tobias Enrique, magistrados locales y miembros de la Cámara Junior. Como presidente local, la llamaba y le pedía cosas, con elogios, pero de manera insistente. Solícita, voluntariosa y sonriente, atendió todos ‘mis llamados’, con prontitud, amabilidad e inmediatez.
Cuando partiría la caravana, La Bella, me llamó con rostro dulce, sonriente y amoroso: “Ven acá, Alber. Haceme’ un favorcito, los doctores te esperan”. Me llevó detrás de una “corúa": “Vé gran mierda, y tú que te pensai’, que porque eres director de la carcel, vai’ a jugar conmigo, a mí se me respeta, no volvai’ asé eso de hoy porque te voy a jodé, a mí nadie tiene que darme órdenes, ¡nojoda!”.
Al volver, uno de los magistrados preguntó si faltaba algo. La Bella, suspiró con amor y remató la faena: “no era nada, quise felicitar a este buen hombre que es el Dr Muñoz, el mejor presidente de la cámara junior”.
Alberto Muñoz Peñaloza
Sobre el autor
Alberto Muñoz Peñaloza
Cosas del Valle
Alberto Muñoz Peñaloza (Valledupar). Es periodista y abogado. Desempeñó el cargo de director de la Casa de la Cultura de Valledupar y su columna “Cosas del Valle” nos abre una ventana sobre todas esas anécdotas que hacen de Valledupar una ciudad única.
1 Comentarios
Así se daban las cosas en el viejo Valle. Han cambiado las costumbres, la buena conversación, los amigos ya no se.encuentran, en fin esto ha dado un revolcón que es nuestra obligación adaptarnos.
Le puede interesar
De los gozos al Santo Ecce Homo (II)
La devoción, pero sobre todo la fiesta del Santo Ecce Homo de Valledupar constituye un fenómeno sociológico en mora de estudio. Comp...
Editorial: El caso Luis Mizar
Pocos casos pueden ser tan paradigmáticos como el del poeta cesarense Luis Mizar en Valledupar. Reconocido como uno de los grandes e...
Se necesitan más señoras y señores que “doctores"
Mi primer comentario alrededor de la “doctoritis aguda”, de la que hoy padecen tantos empingorotados (que algún día también desa...
No podemos retroceder a prácticas superadas
En ésta campaña política se ha visto de todo. Se ha vuelto a prácticas que se creían superadas desde hace años. Los de izqu...
¿Por qué le cambian la música a las canciones vallenatas?
En días recientes fui invitado a un establecimiento nocturno en Bogotá donde se presenta los fines de semana vallenato en vivo co...