Opinión
Colombia y su basura electoral
En Colombia, cada cuatrienio se presentan una serie de eventos que muchos lo llaman fiesta democrática, pero no es ni lo uno ni lo otro, porque nadie puede estar de fiesta en un país donde el crimen es el pan de cada día y menos hablar de democracia, porque en realidad aquí las cosas funcionan más bien como una monarquía donde el poder se hereda o se gobierna en cuerpo ajeno.
Lo que sí pueden dejar estas elecciones es la percepción de una gran chatarrería en donde los colombianos votantes se acercan al gran número de aspirantes para ver cuál de ellos sirve a la sociedad, y, para sorpresa de todos, se encuentran con el mismo basural que siempre ha gobernado los destinos de la nación, donde han establecidos una arquitectura regional. Por ejemplo, en la costa atlántica van los clanes políticos de siempre, tales como los Char, Gerlein, Vives, Dávila, Gnecco, en fin, las mismas familias que se mantienen pese a los escándalos de corrupción y criminalidad que todos conocemos.
Además, debido a las distintas crisis, nos preocupamos más por nuestras situaciones domésticas que por la de toda una sociedad. En departamentos como los Santanderes, los clanes tradicionales siguen encabezando el favoritismo donde surgen apellidos como los Aguilares, en norte de Santander Ciro Rodríguez, Edgar Díaz, Wilmer Carrillo, Chacón, en fin, más de lo mismo y si no están rencauchado lo hacen en cuerpo ajeno.
Cada vez que hay elecciones ocurra esto. Ahora lo que sí es abominable es que, en su mayoría, todos estos clanes políticos que hacen parte de los partidos tradicionales, fueron los primeros en entorpecer, los acuerdos de paz de La Habana entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la extinta guerrilla de las FARC, pero hoy los vemos merodeando las curules especiales para las víctimas o curules de paz a la cámara.
Por tal motivo, la doble moral que ha prevalecido siempre, es y seguirá haciendo carrera en nuestro congreso, porque podríamos asegurar que muchos de los postulados a quedarse con las curules especiales no presentan interés alguno en la reforma agraria integral o la desconocen, ya que constituye la columna vertebral para el desarrollo integral del campo colombiano y pieza clave en los acuerdos de La Habana, la modificación de la ley segunda del 59, la destinación de recursos para los municipios y se puede elaborar el plan básico de ordenamiento territorial.
En conclusiones, la invitación es de escoger en la escombrera electoral, aquellos que puedan ser de utilidad para los colombianos, pero de lo que sí estamos seguro que buen material reciclado llegará al congreso y buena parte de su basura propagandística o contaminación visual necesitará decisiones de los jueces de la república para que los obligue a retirarla.
Nerio Luis Mejía
Sobre el autor
Nerio Luis Mejía
Pensamientos y Letras
Nerio Luis Mejía es un líder comunal, defensor de los Derechos Humanos, quien ha realizado de manera empírica un trabajo de investigación acerca de las causas que han propiciado -y siguen alimentando- el conflicto armado y social colombiano. Mediante sus escritos, contextualiza las realidades territoriales.
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