Artes plásticas
Ronald Prado: “El arte puede trascender sin estar físicamente presente”
Siluetas y figuras de múltiples jóvenes y parejas, dibujadas en blanco y negro, han aparecido en los últimos días en las paredes de la entrada de la Casa de la Cultura de Valledupar.
El trazo ágil no deja duda de que se trata de arte y, sin embargo, la obra rompe con el ambiente tradicional y conservador de la Casa donde nos encontramos. A un lado, Ronald Prado se entrega con sosiego a su oficio. En su mano izquierda sostiene la foto que le sirve de modelo y con la derecha aplica el carbón sobre la pared con un gesto repetitivo y preciso.
Su proyecto “Pandora” se enmarca en el arte de la intervención. No sólo se trata de dibujar en las paredes unas efímeras, pero excelsas, figuras que desaparecerán después de unos días, sino más bien generar un proceso creativo distinto que quede marcado en las conciencias.
“Pensé que mi intervención no debía limitarse simplemente a dibujar en las paredes sino que tuviera también otra motivación como incentivar la participación de la gente”, manifiesta el artista.
Por ese motivo, Ronald y Mauricio Zequeda (el otro artista con quien coordina esta obra) recurrieron a las ideas de otras personas para romper con el concepto tradicional de “un autor - una obra”.
En una primera etapa, crearon una caja de pandora e invitaron a que la gente participara dejando sus sugerencias. “Queríamos sacar al azar las propuestas para luego retratarlas en la pared”, expresa Ronald Prado.
Sin embargo, algunas complicaciones de orden logístico les obligaron a redefinir el proceso. Entonces, optaron por abrir un grupo en Facebook llamado “Pandora”, donde la gente puede unirse y subir las fotografías que consideren oportunas para el evento. “Pensamos que era interesante jugar con la tecnología”, aclara Ronald.
Hoy, muchas de esas fotos subidas en la red social están visibles en las paredes de la Casa de la Cultura. El arte de la intervención ha marcado su presencia y las reacciones ya se pueden ver en los semblantes de los que entran en el recinto.
“El arte de intervenir los elementos públicos no es nada común en Valledupar y el Caribe”, explica Ronald consciente de que su acción puede estar sujeta a malinterpretaciones.
Las expresiones han cambiado radicalmente en los últimos años. El arte ya no se asocia tanto al material o el soporte, sino más bien al concepto. “La intervención hace parte de ese arte efímero donde el fin es quedarse en la memoria de la gente –explica Ronald Prado y enseguida añade–: El arte puede trascender sin estar físicamente presente”.
La intervención pública requiere un estado de ánimo distinto. El artista debe saber deshacerse de su obra y no temer que otros elementos imprevistos se introduzcan en su proceso de creación. La interacción es vital. “A mí personalmente, no me cuesta nada desprenderme de mi trabajo”, sostiene.
Para los curiosos y amantes de arte, esta intervención estará disponible hasta finales de septiembre en la Casa de la Cultura de Valledupar. El tiempo suficiente para reflexionar y entender las implicaciones de este modo de expresión.
Ojo, porque después, todo será un recuerdo…
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