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Lindo Valledupar, un programa de Cultura ciudadana en la radio

Son las dos de la tarde. En los estudios de la radio Guatapurí, Orlando Velázquez  rodeado de Tatiana y Roberto, se preparan para el inicio de un programa distinto en la radio: Lindo Valledupar. Un programa que, por encima de la simple comunicación y el entretenimiento, tiene como prioridad difundir un código de buenas prácticas ciudadanas y debatir sobre asuntos que preocupan a la ciudadanía.

En la mesa ovalada, el ambiente es distendido y animado. Tatiana estira las mangas de su suéter  para protegerse del aire acondicionado, mientras que Orlando, vestido de una elegante guayabera blanca, no parece notar el aire. Se mantiene recto frente a un amasijo de hojas que le ayudan a dirigir el programa.

Los tres comentaristas tienen ante ellos una hora para abordar diversos temas: la situación del tránsito, algunas reformas inevitables en la ciudad, el descontrol en las fiestas del Carnaval o, incluso, el aseo en general. De vez en cuando, interrumpen su progresión para iniciar una lectura de consejos que irá repitiéndose a lo largo del programa: consejos para evitar sorpresas de mal gusto, posibles atropellos al cruzar una calle, agresiones o envenenamientos al encontrarse con desconocidos. Consejos que tratan de remediar al problema del medioambiente y la acumulación de basuras en distintos puntos de la urbe.

La lectura se acaba de una manera orquestada, después de que Orlando, Tatiana y Roberto hayan enumerado los puntos claves de su listado. Luego, Tatiana invita un oyente a que exprese sus ideas y, después de unos saludos efusivos, unos agradecimientos por la gran labor cívica del equipo, interviene una señora para comunicar un problema que la está afectando especialmente en los últimos tiempos: el robo de mangos.

Algunos ladrones se han atrevido a entrar en su patio y robar los frutos de su árbol a plena luz del día, sin molestarse por su presencia en la casa. Más adelante, la señora se indigna por la pérdida de valores de una sociedad en la que todo es posible. Cuenta que, cuando salió a ahuyentar al ladrón, el hombre le alzó el machete y la amenazó.

Los locutores se indignan. Es imposible que la impunidad llegue a tales medidas. “Parece que estuviéramos en Bogotá”, comenta Orlando. “Estamos cosechando para que se lleven lo nuestro”, añade la oyente.

A continuación, interviene otra persona. De nuevo, felicitaciones al equipo entero ––Tatiana, Roberto y Orlando–– por el trabajo educativo y la dedicación continua. “Espero que el alcalde reconozca su labor”, expresa el oyente antes de exponer un nuevo problema: el de las basuras en plena carretera, la falta de lugares para depositarla, y el descuido de quienes viven en la ciudad.

Con esa dinámica de diálogo –invitando el ciudadano a expresar sus inquietudes–, la hora pasa a gran velocidad. Intervienen también en el programa invitados para expresar una iniciativa, una oportunidad o un nuevo proyecto. Y luego, con la tranquilidad que caracteriza “Lindo Valledupar”, vuelve la lectura de esos consejos que transforman los espacios públicos en lugares amenos.

La emisión se termina con una lectura de efemérides y en el recuerdo nos queda el esfuerzo cotidiano de tres mosqueteros. De lunes a viernes de 2 a 3 de la tarde en radio Guatapurí, un diálogo cívico y constructivo tiene lugar en Valledupar.