Literatura
Décimas al poeta Luis Mizar, de José Atuesta Mindiola
De todos los poetas cesarenses Luis Mizar es quizás el que más fascinación suscita. El profesor Oscar Ariza Daza lo presentó como “el prodigioso mago del verbo y la risa intelectual” en una columna que se centra en una de sus obras maestras: “Letanías del convaleciente”.
Y esa admiración se cristaliza en eventos como el Encuentro Regional de Escritores donde literatos extraen y discuten la esencia de una obra que bebe de la vida, la ironía, la risa sarcástica, la espiritualidad y, sobre todo, la libertad. Esa libertad que reclama todo poeta.
En esta ocasión, les ofrecemos las “Décimas al poeta Luis Mizar” de José Atuesta Mindiola en las que aparece un Luis Mizar filósofo-poeta, infatigable en la meta, y con el don de poetizar.
I
Rumor de brisas morenas
y azul en la lejanía,
el recuerdo es sinfonía
de la Bella Cartagena.
Las murallas en verbenas
alegría de los poetas,
en sus labios las saetas
palabras en El Candil (1)
los versos en el atril
eran cantos de profetas.
II
La nostalgia es el sendero
entre las sombras de palmos,
y los Apócrifos Psalmos
burlas de clavo y madero.
En un poema certero
pintaba al Toro barcino
que asustaba a los vecinos
con su cornamenta brava
y cada vez que bramaba
se cruzaban los caminos.
III
En el edén de sus manos
las metáforas florecen
y con el viento se mecen
alejadas del verano.
Bajo un frondoso campano
él divisa la Nevada,
la tierra madre sagrada
de sus Kankuamos ancestros
donde viven los maestros
de su vida sosegada.
IV
Arde en la noche oscura
la musa en fuego fulgente,
como un violín en la mente
la armonía de la escritura.
En el verso se depura
la música para cantar:
siempre será Luis Mizar
el filósofo poeta,
infatigable en la meta
con el don de poetizar.
(1) El Candil, Taller Literario de U. de Cartagena
José Atuesta Mindiola
0 Comentarios
Le puede interesar
El hombre de los zapatos rojos
“Plasmar en 166 páginas quince años de vivencias, lágrimas, confusión, sufrimiento y búsqueda, donde la soledad era mi única ...
Lanzamiento de "El niño que levantó la bandera de su país"
En medio de un torrencial aguacero, los amantes de las letras se dieron cita la noche del miércoles en el Banco de la República de Va...
Luis Barros Pavajeau: “Hay que inventarse una nueva forma de narrar el trópico”
Desde muy joven, Luis Barros Pavajeau demostraba un gusto fuera de lo común por la lectura. Mientras los demás compañeros de clase s...
La memoria a pedazos finos
Paisaje de verdor con cafetales en hileras, líneas ondulantes en los montes desiguales, pueblitos cuya huella es de allí, donde l...
Homenaje a Stendhal, el cuento de Pedro Gómez Valderrama
I La historia de la virginidad de la tía Cayetana me fue relatada hace muchos años, sin que yo supiese quién era la protagonis...