Literatura

Mañana será otro día, el cuento breve de Juan Carlos Onetti

Redacción

11/12/2019 - 05:25

 

Mañana será otro día, el cuento breve de Juan Carlos Onetti

 

La lluvia había dejado las Ramblas casi vacías y solo quedaba gente agrupada en el café encristalado donde, desde meses atrás, no la dejaban entrar.

La Sonia, de pie en el portal de la casa vacía, vio que la lluvia pasaba fatigada, amansa llovizna, la vio cesar mientras crecía el frío del viento, y pensó que aquello era un signo de buena suerte. Un poco más lejos, del otro lado del ancho paseo, las luces de la ciudad comenzaban a encenderse. Empezaba la noche y respirando el aroma tristón de su abrigo mojado, la Sonia pensó que también empezaba la esperanza. Sonrió, sin creer de verdad, como una niña a la que le recitaban un cuento ya oído e inverosímil.

Volvió a tantear la rizada peluca rubia y con gran cuidado –tenía las uñas muy largas– fue estirando las medias caladas que sostenía el portaligas.

Volvió a sentir hambre y recordó que tenía un sándwich de jamón en el bolso. Pero no podía estropear el dibujo de boca que se había hecho con el rouge y con tanto cuidado. También recordó que hasta fin de mes estaba en orden con la policía y se obligó a caminar, acercándose al borde de las aceras para sonreír a los coches, mover las caderas y detenerse fingiendo buscar algo en la enorme cartera. Pero nada, nadie, y sin dinero para probar suerte en los bares donde todavía le dejaban entrar.

Era la noche y después fue la madrugada en el barrio sucio de la gran ciudad. Y Sonia, ya sin hambre, casi sin esperanzas continuaba caminando sobre el dolor de los tacones de aguja.

Se repitieron los diálogos breves con los hombres que pasaban.

–Vamos. ¿Vienes?

–Que te den por saco.

–Eso quiero. También yo te puedo dar si quieres enterarte.

Hombres y hombres y su asco por ellos. La luz limpia amenazaba llegar desde el puerto y las otras se iban apagando. Subió las escaleras pisando con las caras medias de seda. Abrió la puerta manchada.

–¿Cómo te fue?

–Como la mierda, nena. Estoy hambriento. Creo que teníamos una lata de sardinas y quedó pan del desayuno.

El chico, moreno y flaco, se levantó de la cama y se puso a revolver el armario; dijo con voz de mimo y queja:

–Todavía no me besaste.

–Ahora.

Frente al espejo, la Sonia se quitó la peluca y se acarició las mejillas.

–Otra vez barbuda.

Después se desnudó y estuvo mirando los pechos hinchados con parafina y el sexo que le colgaría tembloroso e inútil hasta después de las sardinas.

 

PanoramaCultural.com.co

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Ramón Bacca: últimas palabras

Ramón Bacca: últimas palabras

  La muerte de Ramón me deja frío. Hablábamos con mucha frecuencia. Eran charlas largas, plenas de picardía y humor. El 11 de en...

Despedida

Despedida

  Recorrimos en completo silencio los poco más de catorce kilómetros que separan al Pueblo del Carmen. Luisa tenía muchos años si...

La Ruta de Gabo tiene como destino Barrancas en La Guajira

La Ruta de Gabo tiene como destino Barrancas en La Guajira

  Barrancas, municipio del centro de La Guajira, es destino este fin de semana de la Ruta de Gabo. Familiares, amigos, investigador...

Un encuentro con el escritor Arnoldo Mestre Arzuaga

Un encuentro con el escritor Arnoldo Mestre Arzuaga

Desde niño escribe cuentos. Es su género predilecto. Los escribe en su tiempo libre, cada vez que algo le llama la atención. “Toda...

Un recital de poesía en la Casa de Bahareque de Valledupar

Un recital de poesía en la Casa de Bahareque de Valledupar

En las noches de Luna llena, la casa de bahareque de Valledupar se transforma en un lugar asombroso donde prima la palabra en forma de ...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

La Parranda vallenata

Carolina Rosa Guerra Ariza | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados