Música y folclor

La historia de cómo el Rey Vallenato Navín López empezó a tocar acordeón

Redacción

28/04/2015 - 05:30

 

La historia de cómo el Rey Vallenato Navín López empezó a tocar acordeón

Navin López en la Biblioteca Rafael Carrillo

La historia de cómo empiezan los grandes músicos a tocar un instrumento siempre es digna de interés. El caso del Rey Vallenato (2002), Navín López, no es ajeno a esta regla.

En palabras del acordeonero samario -residente en La Paz (Cesar)-, su trayectoria musical inicia a los 11 años como consecuencia de todas las visitas de músicos que respondían a las invitaciones del padre.

Con la llegada a la casa de un acordeón inicialmente dirigido a la hermana, Navín empezó a interesarse por ese instrumento de aspecto extraño y siempre inaccesible. “Compraron un acordeón de dos teclados que no me dejaban ni ver ni tocar – comenta Navín López y luego añade–: era un tesoro”.      

Desde ese momento Navín observaba las horas en que llegaba el instructor de música y se impregnaba a distancia de todo su saber. “Fui aprendiendo, fui cogiendo todas las clases que daba”, expresa Navín López.

A continuación el Rey Vallenato da más indicios de sus hazañas: “Yo le calculaba la hora más o menos de cuándo mi mamá se iba a hacer mercado, entonces quedaba la mujer que trabajaba en la casa”. Con una sonrisa pícara Navín López confiesa algunas travesuras: “Me volaba del colegio e iba a tocar el acordeón”

Unos meses después llegó el día de la gran revelación con una parranda que organizó su padre en casa y a la que había invitado Colacho Mendoza. “Debía ser la presentación estelar de mi hermana como acordeonera”, manifiesta el Rey Vallenato sonriendo.

Entonces, Navin se ubicó estratégicamente cerca del acordeón y de las discusiones. Empezaron las preguntas: ¿Y Navín toca el acordeón? El padre se apresuraba siempre en responder: “No, Navín no toca… ¡No tiene ni idea de eso!”.

Así siguió la noche hasta que empezó a tocar la hermana y, poco después, brindaron un espacio a Navín. El muchacho recibió el acordeón con ansias, pero sin decir nada. Y lo demás fue la muestra de lo que vendría más adelante: “Empecé a tocar un merengue que tenía más trajinao´”, expresa con una risa Navín.

El padre y la madre de Navín se miraron las caras. “Ya después me soltaron el acordeón”, sonríe Navín.

 

PanoramaCultural.com.co 

 

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El museo del vallenato

El museo del vallenato

Inmortalizar el sentimiento que inspiró Diomedes Díaz a componer  “Canto celestial” como despedida a su compadre Juancho Rois;...

En La Junta recuerdan a Diomedes Díaz con sus versos del alma

En La Junta recuerdan a Diomedes Díaz con sus versos del alma

  Dos niños hacen posible que el nombre de Diomedes Díaz Maestre, ‘El Cacique de La Junta’, se perpetúe por siempre y lo expre...

Candelario Zuleta, otro talento de dinastía que se muestra al mundo vallenato

Candelario Zuleta, otro talento de dinastía que se muestra al mundo vallenato

  El compositor Candelario Antonio Zuleta Tejedor, nacido en Becerril, Cesar, el ocho de enero de 1933, está que no cabe de la alegr...

“¡José Barros oía de todo! Música brasileña, tangos, boleros…”

“¡José Barros oía de todo! Música brasileña, tangos, boleros…”

Testigo de excepción de la génesis de “La Piragua” –la canción más emblemática que compusiera José Barros entre sus más de...

Música e independencias: cómo el folclor latinoamericano recreó su mestizaje

Música e independencias: cómo el folclor latinoamericano recreó su mestizaje

  Entre 1790 y 1868 se desarrollan en Cuba géneros musicales mestizos, siendo el más conocido la contradanza africanizada, es decir...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados