Música y folclor
Eddie Palmieri: sabor e innovación en la salsa
Cuando fundó La Perfecta a principios de los años 60, Palmieri sabía aprovechar los aspectos más rebeldes de su personalidad. Reemplazó las tradicionales trompetas del conjunto tropical con una aguerrida sección de dos trombones. Contrató a Ismael Quintana como vocalista principal, un cantante que podía sonar feroz o aterciopelado, dependiendo del material que interpretaba. Y en un momento de genialidad, grabó "Azúcar", himno de la salsa, con un inolvidable solo en el que toca un tumbao rítmico con una mano mientras improvisa una bella melodía con la otra.
"Azúcar" fue muchas cosas en una: gran éxito comercial y mensaje artístico. Motivó un frenesí entre los bailadores del club nocturno Palladium, un público mixto y armonioso en su procedencia racial, además de otorgarle material de sobra a los musicólogos del futuro. Resume la ambición épica de Palmieri, y su asombrosa habilidad para generar sonidos inesperados de las fórmulas rítmicas y melódicas que habían germinado durante las décadas pasadas en Cuba y Puerto Rico.
Era sólo el principio. Durante la década del 70, alcanzó su cúspide experimental con discos ganadores del premio Grammy como The Sun of Latin Music (1974) y Unfinished Masterpiece (1975). Hay ecos de rock y psicodelia en estos LP, a medida que el pianista fusiona salsas y boleros con la disonancia y los teclados electrónicos. Desde entonces, no ha parado de grabar, alternando entre sesiones de Latin jazz y las múltiples texturas de salsa, incluyendo un retorno a la estética de la trombanga que desarrolló con La Perfecta.
Hoy, Palmieri es acompañado por algunos de sus colaboradores más fieles, como el talentoso Jimmy Bosch en el trombón y el sonero Hermán Olivera. Con más de 80 años de edad, Palmieri ocupa una posición privilegiada dentro de la música tropical: ha conocido un inmenso éxito comercial con una serie de temas salsosos que continúan colmando las pistas de baile en todo el mundo. Pero también ha experimentado a su antojo, creando arreglos vanguardistas, grabando sofisticadas sesiones de Latin jazz y haciéndose acompañar por una galería interminable de músicos virtuosos.
Estudiando su discografía, podemos decir que Palmieri no sólo nació en el lugar y el momento correctos (Nueva York, 1936), sino que también aterrizó en una familia idónea. Su desarrollo musical se basó en la seducción de dos géneros separados que informarían su carrera: el jazz estadounidense y la música bailable cubana. También tuvo la fortuna de contar con un hermano mayor “Charlie Palmieri” que desarrolló una propia, extraordinaria carrera como tecladista, compositor y director de orquesta. "El verdadero rey de las blancas y las negras era mi hermano", Eddie enfatizó siempre durante las muchas entrevistas que compartimos a través de los años.
Ernesto Lechner
Periodista / Latin Music expert
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