Ocio y sociedad

Moisés Perea y sus recuerdos insólitos de Semana Santa

Redacción

29/03/2024 - 09:40

 

Moisés Perea y sus recuerdos insólitos de Semana Santa
El cuentero y humorista Moisés Perea en una de sus presentaciones en Valledupar / Foto: El Pilón

 

Moisés Perea fue un destacado cuentero de Valledupar y el Cesar, testigo de los grandes cambios de una ciudad que dejó de ser un pueblo chiquito para transformarse en la capital de un departamento.

Gran defensor de la oralidad y del auténtico humor vallenato, expuso sus conocimientos y su destreza en distintos escenarios del departamento y el país. Su fallecimiento el 13 de noviembre del 2021 puso en evidencia el fin de unos tiempos en los que las anécdotas y los cuentos formaban poderosos vínculos de identidad.

Con motivo de Semana Santa, recordamos una de sus presentaciones magistrales en la Casa de la Cultura de Valledupar (en el año 2012), invitado por el entonces director Alberto Muñoz Peñaloza a hablar de lo que era la Semana Santa de antaño.

***

“¿Cómo eran las celebraciones de mi valle?”, se exclama Moisés Perea. El cuentero pronuncia la pregunta en voz alta, para que todo el mundo la oiga, y con una expresión elocuente, casi histriónica, cautiva en un solo instante al público reunido en la Casa de la Cultura.

Después de posicionarse estratégicamente en la sala, de dirigir una mirada reflexiva al techo, el hombre busca sus palabras e inicia su relato: “Yo recuerdo, con ese gusto vallenato, que personas de todas las edades se reunían en el Estado de Salud con el fin de ser sanados”.

Luego describe un desfile de personas que acudían a las primeras procesiones y exponían bellísimos atuendos. Esas vestimentas eran especialmente dedicadas a la Semana Santa y se guardaban recelosamente después de cada fiesta.

“Las mujeres lucían cabellos exquisítos y caminaban con calma”, comenta Moisés. Detrás iban niños y mayores de todos los estratos, animales y carritos, siguiendo la imagen endiosada del Santo. Los hombres vestían de blanco mientras que las mujeres adoptaban colores más sobrios como el gris o el negro.

Valledupar contaba sólo con dos órdenes cristianas, sostiene el señor Perea: la orden de los Nazarenos y la del Santísimo. Esta última orden se caracterizaba por solo incluir a caballeros.

“En la misa del Santísimo, los hombres aguantaban más de tres horas de sermón”, expone Moisés antes de describir la rutina: se levantaban, se sentaban, se levantaban, se sentaban, en un ejercicio que recuerda las genuflexiones de los actuales futbolistas.

Moisés insiste. A esa misa sólo podían acceder los caballeros y los hijos de los caballeros. No se contemplaba la posibilidad de que otras personas entraran en ese círculo cerrado. “Nunca se supo lo que se decía en esa mesa ––comenta Moisés Perea––. Y esa misa la llamaron Minerva”.

Más allá del acto religioso, la gente disfrutaba de la gastronomía. “Comíamos pescao´ de tal manera que uno quedaba lleno. Además, el mujeriego estaba suspendido. No había ni carne de un tipo ni carne de otro. Nada hasta el lunes santo…”

El cuentero explica que, con el paso del tiempo, las fiestas han ido perdiendo esa envoltura de fantasía, devoción y sabiduría que las caracterizaban. La Semana Santa sigue siendo un momento mágico y esencial en la vida local, pero su peso y las expectativas en torno a ella ya no son las mismas.

“Ojalá cada uno de ustedes que componen las edades de esta ciudad vuelvan a ver más Semanas Santas”.

 

PanoramaCultural.com.co

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Colombia dirá “Gracias Mandela” con un gran concierto

Colombia dirá “Gracias Mandela” con un gran concierto

La figura trascendental del gran líder africano Nelson Mandela se merece un concierto mundial o universal. Pero, mientras el planeta s...

Se activa la escena cultural de La Paz (Cesar)

Se activa la escena cultural de La Paz (Cesar)

Desde el 2010, el nombre de la Fundación Cultural Tierra de Talentos se escucha en el municipio de La Paz como una de las organizaci...

Conchita Iguarán: la eterna tejedora de identidad

Conchita Iguarán: la eterna tejedora de identidad

“El día que no pueda tejer con hilos, tejeré con historias” Conchita Iguarán Las mujeres wayuu son ejemplos claros de resilien...

El gran Sammyquillero: pegaíto al picó de la PAZ

El gran Sammyquillero: pegaíto al picó de la PAZ

“La felicidad sólo depende de nuestra luz interior” Henry Lacordaire Samuel Martínez Alcázar es un niño de 10 años con la ...

Historias de amores: John Lennon y Yoko Ono

Historias de amores: John Lennon y Yoko Ono

  Un tipo un tanto obeso sintió ganas de pasar a la historia. Era demasiado mediocre como para hacer algo que le diera éxito. Se le...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

La parranda y el parrandero en la música vallenata

María Emilia Aponte Mantilla | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados