Opinión
Incertidumbre y decepción
“Incertidumbre, iremos lejos y alegres, sin volver jamás. Así como van los cangrejos; De para atrás...De para atrás...”.
Quizá esta época de la historia colombiana se le considere en el futuro próximo como la más azarosa, desconcertante y de marcada incertidumbre política, social y económica, causa del estrés, ansiedad y temor asociado con inseguridad y angustia de los arrinconados ciudadanos, por lo que se puede perder ahora y que representa la alteración esencial de muchos proyectos de vida, solo favorables transitoriamente a los privilegiados que disfrutan empalagándose en aquella sustancia pegajosa y dulzona que corrompe hasta los más dignos representantes sociales.
Ese discurso legitimado de una paz ad-portas, para tapar la real crisis económica que cabalga desacelerada y recalcitrantemente, son codazos a la adormecida por no decir que narcotizada comunidad, para que vea el modelo precario con base social podrida que amenaza proporcionar en poco tiempo tarjetones y fichas de turno en la cola obligada por vivir del listados de adeptos y convertidos, al servicio de ignominiosos militantes de una política nacida de la mentira, el engaño y la traición.
Es un escenario difícil de imaginar para el colombiano orgulloso y soberbio que ha pregonado siempre su inmunidad a situaciones de hecho comprometidas con la formación y educación social, porque eternamente ha insistido en que le sucede a los demás pero no en la vida propia y ahora impotente empieza a sentir el peso que causa las medidas impuestas y las decisiones unilaterales excluyentes que pretenden dar un vuelco a la acostumbrada concepción de una organización comunitaria sustentada en células básicas como familia, gobierno democrático respetuoso del pueblo, Guardianes de la justicia impolutos, militares orgullo de la nación unida y funcionarios de elección o designación cabalmente comprometidos con el servicio.
Si algo bueno se puede referenciar es que ante el acostumbramiento semanal de mediáticos acontecimientos, utilizados para desviar o crear actuaciones, se ha ido destapando la conducta particular de oscuros personajes que han estado abusando del privilegio otorgado en cierto momento, pero que su caída y revelación causa la profunda decepción de todo el conglomerado ante la palpable pudrición escondida y mala intención de su proceder, tal sabor amargo queda de las exteriorizaciones conductuales de Generales antes referentes sociales de la autoridad legítima o de magistrados desacreditados por su incompetencia y corrompido ejercicio justiciero o los cotidianos denuncios de desafueros injustos procedentes de funcionarios oportunistas.
La faceta política de la economía plantea repudiados tapados difíciles de revelar, pero lo cierto es que iguales factores seguirán produciendo iguales efectos, así se mantendrá el peligroso rebosamiento del gasto público en plena faena electoral y el alejamiento de personajes técnicos y capacitados de la función pública ante el acoso de políticos ávidos de poder y riqueza personal. El efecto de la economía sobre la política permite al gobierno de turno convertir las expectativas de desarrollo estructural en votos para apuntalar la misma reelección presidencial con resultados electoreros favorables ante la expectativa de encontrar una paz para la nación y justificación a premisas estúpidas como “aunque estamos mal vamos por buen camino a un cacho de la paz”
Empezaremos una nueva semana pero ésta vez con la connotación especial que para el mundo católico es Santa, donde la gran mayoría colombiana profesa su fe y en la que solo queda “rezar lo que cada uno sepa” para pedir que la gran nación que creíamos tener a nuestros pies no se desmorone y termine entregada irresponsablemente a la voluntad de la infamia y el deshonor.
Alfonso Suárez Arias
@SuarezAlfonso
Sobre el autor
Alfonso Suárez Arias
Aguijón social
Alfonso Suárez Arias (Charalá, 1956). Abogado en formación (Fundación Universitaria del Área Andina en Valledupar). Suscrito a la investigación y análisis de problemas sociológicos y jurídicos. Sus escritos pretenden generar crítica y análisis en el lector sobre temas muy habituales relacionados con la dinámica social, el entendimiento del Derecho y la participación del individuo en la Política como condicionamiento para el desarrollo integral.
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