Opinión
Siento orgullo por Silvestre Dangond
Quiero comenzar aclarando que no soy Silvestrista, y que si alguno quiere catalogarme en una de las corrientes de fanáticos generadas en el Vallenato, considérenme Diomedista.
Aclarado lo anterior, pensando objetivamente, dejando de lado las críticas habidas y por haber a este cantante, confieso que, al ver los primeros capítulos del programa A Otro Nivel, he sentido mucho orgullo por él.
Ha sido grato verlo presentar otros programas televisivos, liderar primeros lugares en emisoras especializadas, abarrotar escenarios y últimamente presentarse como artista titular en encuentros musicales de talla internacional. Por esto hay que sentir orgullo, aun cuando el ser humano, como cualquier hombre de carne y hueso, haya cometido sus errores. La verdad es que no somos quienes para juzgar, pero somos muchos los que a diario disfrutamos de sus canciones.
Considero que es uno de los que está ayudando a cambiar ese concepto que dicen que en otrora se tenía de nuestros artistas vallenatos, cuando los calificaban de corronchos, desordenados, tomadores de trago, mujeriegos y hasta drogadictos. Se puede decir que Silvestre lidera una nueva etapa en la música vallenata, en donde ellos se han puesto a tono con nuestras principales estrellas colombianas y con muchas estrellas internacionales, a quienes muchas veces hemos idolatrado por nuestra falsa vanidad de darle más valor a lo extranjero que a lo local.
Nuestros corazones han tenido que hincharse de emoción al ver, no a Silvestre, sino a un artista nuestro, que nació y creció en Urumita, que correteó en tantos barrios de Valledupar, que dio calidez a la fría Bogotá, que demostró que, cuando a las cosas se les pone corazón, el único límite es el cielo. Y digo que hay que sentir emoción, porque ahí lo vemos, representándonos con altura a todos los que amamos este hermoso folclor; en una posición importante, tomando decisiones que representan el sueño de muchos, codeándose con dos artistas que representan lo más granado de nuestros artistas nacionales como lo son Fonseca y Kike Santander. Para mayor emoción ha sido él el que más ha llamado la atención de los tres.
Una vez leí una historia que me gustó muchísimo, titulada “La parábola del Cangrejo”; en esa oportunidad con protagonistas de Estados Unidos y Colombia. En ella se mostraba como los norteamericanos se apoyaban unos a otro, porque así podían tener más garantía de un éxito colectivo; mientras que con los colombianos sucedía todo lo contrario, porque hemos creído que es más fácil medir nuestros aciertos por los desaciertos de otros; por eso cuando vi ese programa, hice un repaso por la vida de Silvestre Dangond e identifiqué muchos aciertos en lo que va corrido del año; por lo que me he sentido orgulloso y emocionado, al demostrarse que se puede enderezar el camino.
Todo esto también demuestra que estamos creyendo más en nuestra gente, por lo que cada día deberán aumentar las oportunidades para todos. El triunfo de una persona de nuestra región representa una oportunidad más para que otro u otros también triunfen. Esto si lo digo de manera personal y subjetiva, porque como Guajiro y Vallenato me enorgullece más, porque hoy se está demostrando que estamos siendo reconocidos más por lo bueno que por lo malo y así quiero ver a muchos en mi región, porque nos merecemos eso y más.
Gracias Silvestre, eso nos demuestra que Somos Guajiros, Somos Vallenatos, Somos Caribe, Somos Colombia.
Armando Javier López Sierra
@arjalosie
Sobre el autor
Armando López Sierra
Corazón guajiro
Nacido en Maicao (Guajira), el 30 de Octubre de 1979. Ingeniero de Sistemas, escritor, compositor, conferencista, investigador, docente, un enamorado de la vida, defensor de las buenas obras, auspiciado por Dios. Cofundador del grupo cultural Raul Gomez Jattin de la Universidad Popular del Cesar. Finalista en la primera versión del concurso de cuento corto “En el Cesar todos estamos en el cuento”. Ganador del Primer Premio de Crónica Ciudad de Valledupar 2012, categoría B. En su columna “Corazón Guajiro” busca dar un aporte desde sus experiencias, sus creaciones, sus reflexiones y su entender sobre la cotidianidad de la vida y todo lo que a su alrededor puede tejerse y acontecer.
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