Artes plásticas

Siqueiros, el pintor que quiso asesinar a Trotsky

Juan Carlos Boveri

05/07/2021 - 04:50

 

Siqueiros, el pintor que quiso asesinar a Trotsky
David Siqueiros y un fragmento de su mural Del porfirismo a la revolución / Foto: cortesía

 

David Siqueiros (1896-1974) es un pintor de renombre mundial. Es sabido que, junto a Rivera y Orozco, conforma el grupo de los grandes muralistas mexicanos. Los tres, además, han sido activos militantes del partido comunista.

Siquieros siempre se mantuvo en acción política. Así, estuvo en la Guerra Civil española tanto como, años más tarde, se hizo presente cuando Nasser nacionalizó el canal de Suez. Su pintura es un desarrollo de su ideología. Entre otras cosas que hizo,  también quiso matar a Trotsky.

León Trotsky, que nació como Lev Davidovich Bronstein, fue uno de los tres principales líderes de la revolución rusa de 1917. Los otros dos: Lenin y Stalin. Lenin fue el jefe hasta su muerte. Su sucesor debía ser Trostky. Incluso era lo que Lenin quería. Pero fue Stalin el que se quedó con el poder. Stalin organizó un complot y dejó afuera del gobierno a Trotsky. Lo llevó a prisión y, luego, lo desterró. Lenin y Trotsky eran judíos. Stalin, no. Durante su gobierno, en el que antes de enfrentarse, pactó con Hitler, fueron abundantes las persecuciones contra los judíos. Nada fuera de lo común en la mayoría de los países europeos de esos años. Sea porque se desarmaba una supuesta trama ideada por los judíos o por razones personales de pretender el poder, Trotsky quedó fuera de Rusia. Pero se convirtió en el principal enemigo teórico y en el potencial dirigente de una rebelión contra Stalin. Mientras escribía libros y pensaba en la revolución soviética mundial y en destituir a Stalin, no le quedó más remedio que ir de un país al otro, hasta que, en 1937, llegó a México.

En México, Trotsky y su mujer se instalaron en la casa de Diego Rivera y Frida Kahlo, en Coyoacán. Mantuvo un romance con Frida, a la que le llevaba treinta años, y se fue a unas cuadras de ellos después que Rivera se enterara de que el huésped había hecho abuso de su hospitalidad. En su nueva casa, el teórico predicador de una nueva moral (que no ponía en práctica en su vida personal traicionando a la que todos consideraban su inseparable mujer y al amigo que le había dado protección), se mantuvo tranquilo por unos meses. Tenía una custodia gigantesca y se suponía que era imposible llegar hasta él. Siqueiros no opinaba lo mismo.

Robert Sheldon Hart, un doble agente, infiltrado en la custodia de Trotsky, consiguió que un comando de veinte hombres comandado por el pintor se metiera en la casa. Hubo cuatrocientos disparos. Siqueiros llegó hasta el dormitorio de Trotsky y Natalia Sedova, la esposa. Les tiró pero no acertó. El matrimonio se parapetó detrás de una pared y los custodios enfrentaron a Siqueiros. No le quedó otra alternativa que escapar con sus hombres.

Esto ocurrió en mayo de 1940 y Siqueiros, como la mayoría de los militantes del partido comunista fieles al stalinismo, se quedaron quietos. Stalin había ordenado matar a Trotsky así que, pronto, otro plan fue ideado. Siqueiros no estuvo ausente de su elaboración. Ocurriría en noviembre de 1940, cinco meses después del fallido primer intento.

Ramón Mercader, un catalán fue el elegido. Lo ayudó su propia madre. Y dos comunistas de México: el filósofo, político y sindicalista, Vicente Lombardo Toledano y David Siqueiros. El plan no era nada extraordinario: Mercader enamoró a Silvia Ageloff, una de las secretarias de Trotsky. Después, todo lo que había que lograr era que Silvia le hablara a Trostky de Mercader y le pidiera que leyera unos escritos que él había hecho. Por supuesto, Silvia hizo que Trotsky se encontrara a solas con Mercader. Mientras Trotsky leía, Mercader le clavo un pico en la cabeza.

Mercader fue preso. Dijo que cometió el crimen por cuestiones personales. A principios de los años cincuenta, salió libre. Stalin siguió gobernando hasta que murió. Y Siqueiros pintando sus murales.

 

Juan Carlos Boveri

Pintor y escritor 

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El arte colombiano, protagonista en América Latina

El arte colombiano, protagonista en América Latina

La exhibición Cantos cuentos colombianos, que reúne la obra de 10 de los más importantes artistas nacionales contemporáneos, fue l...

Las obras de Arquímedes Barajas brillan en Valledupar

Las obras de Arquímedes Barajas brillan en Valledupar

Sus cuadros son un festival de colores vivos. Un himno a la vida en el que los rostros marcan un estilo atractivo forjado a lo largo de...

Valledupar de mil colores

Valledupar de mil colores

¿Cómo queremos ver a Valledupar? Esta fue la pregunta que marcó el comienzo de la celebración de los 464 años de la capital del Ce...

Los colores de la provincia: la tradición y la espiritualidad de Remo

Los colores de la provincia: la tradición y la espiritualidad de Remo

Embarcarse en el viaje pictórico del artista William Remo es entrar a un universo donde el color y las pinceladas logran impactar y ca...

El Caribe Colombiano en el lienzo de Osby Cujia

El Caribe Colombiano en el lienzo de Osby Cujia

¿Cómo leer esta obra?”. La pregunta va directamente dirigida al artista. “Se llama ‘Aromas de Primavera’. ¿Cuándo cierras l...

Lo más leído

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

Los Pacabuyes: ¿un pueblo Chimila o Malibú?

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Pueblos

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados