Literatura

Ivan Emilio Gutiérrez expone los horrores de la policía chulavita

Redacción

20/08/2013 - 11:30

 

Ivan Emilio GutiérrezUna novela para entender el desarrollo del conflicto colombiano en los últimos 60 años. Así podría describirse la última novela de Iván Emilio Gutiérrez “Cuando arden las palmas” (Gente Nueva editorial, 2013), aunque, esta imagen opaca también mucho de lo que aparece en ella.

La obra que presentó el autor pacífico en la Alianza Francesa de Valledupar se inscribe en esa línea de novelas que tratan de reconstruir la realidad histórica de una aldea sin dejar por fuera ninguno de sus partícipes, sean viles o queridos.

La novela expone las revueltas que vivió el municipio de La Paz-Cesar cuatro años después del magnicidio que asoló a toda Colombia. “Para retomar la realidad de esta novela hay que remembrar el día 19 de abril de 1948 cuando la ira popular se extendió en toda una nación”.

Ese contexto es decisivo y marca de entrada la tonalidad de la novela. “El territorio nacional vivió una política convulsionada por todo tipo de enfrentamientos. Los provincianos estaban atemorizados, toda la república se hallaba sobrecogida ante la fatal consigna proveniente de la capital a sangre y fuego”.

La policía chulavita, encargada de la represión, aparece en la novela con esa sombra malagüera y puede considerarse hoy todavía como un factor del rechazo a la autoridad que padece el pueblo.

Para entender el término chulavita –explica Iván Emilio Gutiérrez–  hay que retroceder a principios del siglo XX, cuando después de la guerra de los mil días, el gobierno conservador convirtió la policía en una fuerza de choque para afianzar su poder y la puso al servicio de los caciques pueblerinos. En nuestra triste realidad, es la historia de los pobladores de la vereda chulavita Boyacá, de ahí nace su nombre”.

Pero más allá de los acontecimientos históricos, “Cuando arden las palmas” es un acopio de múltiples historias y personajes, pequeñas realidades y vivencias que terminan impregnándose de una fantasía sobrecogedora. “Los personajes son todos realistas –comenta Iván Emilio–. Sólo es la forma de describirlos lo que les da un carácter ficticio”.

Tras dos novelas publicadas y muchos años visualizándola, el autor reconoce que esta reciente publicación es su más importante creación. “Debió ser la primera novela. Pero era importante para mí madurarla”.

El largo proceso de escritura de esta novela se debe al deseo del autor de incorporar, de manera exhaustiva y precisa, historias de personas conocidas. “El contexto ya estaba realizado pero yo quería enriquecerla con todas estas realidades”.

En su presentación, el escritor se mostró satisfecho con el esfuerzo producido. “Me siento agradecido conmigo mismo porque cumplí lo que quería hacer”, reconoció Iván Emilio.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El jardín de Juana

El jardín de Juana

  Eduardo Villa camina entre palmeras, helechos, orejas de conejo, begonias, lenguas de suegra, crotos payaso y granito de oro, rosas...

De las estancias del Jaguar al camino de la novela

De las estancias del Jaguar al camino de la novela

  Clinton es autor de una obra narrativa que, sin alardes, se ha abierto espacios. Es un escritor, sin embargo, de pocos lectores. ...

El azufre en las espaldas

El azufre en las espaldas

Él aprendió a escribir en la tierra. No era un niño sino un floreciente volcán, cuando su mamá convirtió una rama en una tiza y...

Somos un pueblo

Somos un pueblo

  A mi tropical tierra incolora, anárquica y enigmática en esta época continuarán llegando los trovadores, dramaturgos y músi...

Y después de una lectura

Y después de una lectura

  Algo interesante del libro que aún está entre mis manos, es que no me permite, como lector, un ambiente de confort al recorrer su...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados