Literatura

Redención

Luis Alcides Aguilar Pérez

30/11/2015 - 03:30

 

A mis hijos: Náyade Liz, Lucas Joaquín y Luisa Daniela.

Estando Ovidio en una hermosa cama de niño donde su pequeño cuerpo se acurrucaba por la suavidad de pétalo del lecho y por la belleza de descanso del dormir, en su mente empezaron a tomar forma las ilusiones de los sueños y rendido empieza a soñar.

Encontrándose en el cielo, escucha una voz que le decía. –Ovidio, muchacho levántate, que tú eres la salvación de este mundo, de este país y por ende, de este pueblo. Ovidio con lo poco que comprendía pudo captar el pedido que se le hacía y acto seguido se levanta como de una espesa nube,  prestándole  más atención a aquella voz que   continuó   diciéndole.

-… ¡Oh, hijo mío! yo sé que tú vives en un mundo que se asemeja a una brasa de fuego, sé que vives en un mundo herido por las  guerras y las plagas que el mismo hombre ha creado.

Después de estar solamente escuchando palabras, Ovidio se decide a abrir sus labios preguntando.

-¿Quién es usted?

A lo que le responden.

-¿Que quién soy?, pues bien te diré quién soy. Yo soy Dios.

Y Ovidio impresionado dice.

-¡Oh Dios! ¿al que le habla mi mamá para que nos ayude, para que se acaben los problemas y nos traiga regalos en diciembre?.

 -Sí,  yo soy ése.

-Y dime ¿de qué andas Dios?

Y Dios responde.

-Ovidio, te he despertado para darte instrucciones que darás a conocer a la generación que empieza a crecer, a la que  perteneces y que deberá salvarse. Porque esa es la parte buena que empezará  a florecer sobre el terreno infestado de inconsciencia y maldad.

-Entonces Dios, ¿qué debo hacer?

-Ovidio, te he escogido porque  te sorprendes por lo malo que ves, oyes y sientes, siendo eso muestra de que tu corazón es bueno, noble y lo quiero rescatar ahora que eres dócil capaz de entender lo que te estoy diciendo.

Sé que a pesar de tu edad entiendes los dolores que ha sufrido tu pueblo y tienes el ingenio para llevar mensajes de paz y reflexión a los demás amiguitos.  Así los ayudarás para que crean en la verdad y aborrezcan la maldad. Esa, Ovidio, es tu misión ante el mundo, procurando  cumplirla a cabalidad. Por eso te escogí.

Por el momento, continúa durmiendo, mientras voy a  despertar a otros  niños para encargarles otras misiones.

En la mañana, Ovidio despertó alegre, sonriendo y mirando al cielo gritó… -¡Gracias, Dios! ¡Gracias! ahora quiero seguir siendo bueno y contarles a mis amiguitos lo que me dijiste.

“Dios le dejó el mundo al hombre, para que él lo disfrutara y administrara, ésta es otra oportunidad”. Es uno de los apartes de los sermones de Ovidio, de quien se cuenta  que anda por el mundo llevando mensajes de paz y amor.

*Relato tomado del Libro “La Múcura de Parménides” del mismo autor. 

 

De. Luis Alcides Aguilar P.

Sobre el autor

Luis Alcides Aguilar Pérez

Luis Alcides Aguilar Pérez

Buscando

Luis Alcides Aguilar Pérez (Chiriguaná- Cesar). Lic. En Ciencias Sociales de la Universidad del Magdalena. Docente de secundaria. Fiel enamorado del arte de escribir. Publicaciones: La Múcura de Parménides – Compendio de cuentos, poesías y reflexiones; Sueños de libertad – Cuentos, poemas y diez reflexiones; Chiriguaná. Historia y Cultura. Novela inédita “¡Y la culpa no es de Dios!”

@LuisAguilarPe

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Tres días de duelo por la muerte de Gabriel García Márquez

Tres días de duelo por la muerte de Gabriel García Márquez

El anuncio fue oficializado durante un discurso televisado del presidente Juan Manuel Santos difundido en la noche del 17 de abril en e...

Un artista del trapecio, el cuento breve de Franz Kafka

Un artista del trapecio, el cuento breve de Franz Kafka

  Un artista del trapecio —como todos sabemos, este arte que se practica en lo más alto de las cúpulas de los grandes circos, es ...

La indisciplina de los títeres

La indisciplina de los títeres

El celular timbró por primera vez a eso de las 7:30 a.m. Gustavo tenía como ringtone el estribillo deSpree Killer de Bioy Sativas. A...

Ludmila Oulitskaïa: cuando la erudición tiene nombre de mujer

Ludmila Oulitskaïa: cuando la erudición tiene nombre de mujer

En el 2013, leí El hombre que amaba a los perros, de Leonardo Padura, con un verdadero interés estético e intelectual, es uno de l...

Génesis o turbulencia de la palabra (III)

Génesis o turbulencia de la palabra (III)

  Nada que ocultar (Ediciones Doce Calles, España, 2013) de Gloria Young se divide en cuatro partes: Cristal que no se rompe / Pue...

Lo más leído

Los Pacabuyes: ¿un pueblo Chimila o Malibú?

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Pueblos

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados