Literatura
Cuento: En medio de la noche
Yo estaba acariciándome los senos. Me irrumpían velas y plumas que expedían un olor a sándalo.
La medianoche arribaba con rapidez. Hacía rato que había dejado de oír a lo lejos la voz arrogante de Pablo, al parecer había terminado de darles órdenes a sus hombres. Sin embargo, seguía haciéndome esperar. Desesperada, me puse la bata y salí a buscarlo.
Recorrí todo el interior de aquella casa suntuosa y sólo pude hallar de él un par de habanos mal apagados. Luego sentí ciertos movimientos en el patio y con cuidado me dirigí hacia allá.
Cuando me aproximé a la piscina, vi de repente entre las aguas a Pablo: estaba juntando delicadamente sus labios con los labios de alguien, a quien desde la posición que yo ocupaba, no alcanzaba o tal vez me rehusaba a distinguir.
De modo que me acerqué un poco más. Atónita, descubrí que se trataba de Gonzalo, la mano derecha de Pablo, cuya piel dorada y musculatura perfecta tal la de un dios -reconozco- lograron tentarme en varias ocasiones.
Ahora, sin que ellos se percataran de mi presencia, salí corriendo en busca de la pistola que Pablo me había dado para que utilizara cuando fuera necesario…
CARLOS CESAR SILVA
1 Comentarios
Preciso.
Le puede interesar
Antonia, nuestra memoria
Desde el albor de los tiempos, paseo mi espejo buscando alumbrar con mi luz todos los rincones de la Tierra. Muchas cosas han visto m...
Asfixia, tedio y silencio
Sofía Coppola no quería producir, dirigir, escribir o actuar. Habría continuado en su postura si no se le hubiera atravesado “...
Colombia: el cuento de siempre, entre el fuego y la esperanza
"No puede ser que estemos aquí para no poder ser" Julio Cortázar. Para el presente estudio hemos tomado un corpus de aproximadam...
Gonzalo Arango, profeta del Nadaísmo
Han pasado más de 40 años desde su desaparición física en un lamentable accidente cerca de Villa de Leyva, en septiembre de 197...
Relato: Kafka era solo un pájaro drogado
Puedes encontrarte conJean Carlos Daza en cualquier calle de Valledupar, él “es un camínate que caminando siembra dudas y huye de h...