Literatura
Mis décimas en el Perú
La Universidad Mayor de San Marco de Lima, Perú, a través de la vicerrectoría de investigación, realiza el Primer Conversatorio de Décimas de Iberoamérica y la Maratón de recitales, durante los días 22, 23 y 24 de noviembre con decimistas o decimeros de Argentina, Venezuela, Chile, México, Perú y Colombia.
Tengo el honor de ser uno de los invitados, y representar a Colombia en compañía del profesor y músico cordobés, Ricardo Olea Hernández, quien es el autor del libro “La décima en el aula”.
El coordinador del evento es César Augusto Huapaya Amado, licenciado en Educación, Especialidad Historia y Geografía. Es un fino cultor y estudioso de la décima y presidente de la ADEP (Agrupación Decimistas del Perú). El certamen tiene varias facetas académicas, no hay concursos, y se inicia con un recital de decimas (leídas, declamadas o cantadas). La parte central es el conversatorio, cada ponente disertará sobre la presencia de la décima en su país, con sus respetivas evidencias.
En referencia a la décima en Colombia, llama la atención que en enero de 1662 (mil seiscientos sesenta y dos), en la Ciudad de Tunja en La Nueva Granada, aparece un cartel promocionando un concurso de décima en honor al nacimiento del príncipe Carlos José, el futuro rey Carlos II.
En otras ciudades dentro y fuera de España, hubo corridas de toros, luminarias y fuegos nocturnos fiestas para celebraban el natalicio. La relación del certamen literario lo registra La historia de la literatura colombiana de Antonio Gómez Restrepo (1938, 81 y s). Adrián Freja De la Hoz en su tesis de grado de Magister en estudios literarios (Universidad Nacional de Colombia, 2012), reproduce parte del cartel que promociona el evento que contiene tres asuntos. El primero se refiere al Concurso de Décimas, y contiene la glosa o la cabecilla y exige no salirse del asunto.
Como el cielo a España ve /
que su desamparo arguye/
dio un ángel que sustituye/
mientras que a Carlos José.
Las décimas en glosa que se hicieron acreedoras al premio de este concurso fueron las elaboradas por el padre jesuita Juan Onofre, un sacerdote letrado conocedor de la tradición literaria del Siglo de Oro español.
Pero la verdadera popularización de la décima en Colombia se da, cuando es abarcada por la oralidad del pueblo no letrado; en muchos lugares se volvió rápidamente una forma del cantar campesino, principalmente en las regiones Caribe y Pacífica. En nuestra región, las décimas más cantadas por los campesinos durante el siglo XX fue “La Gran miseria humana” de Gabriel Escorcia Gravini.
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