Música y folclor

Valledupar, seducida por la música clásica

Redacción

16/07/2012 - 12:30

 

La “Marsellesa” y el himno de Colombia volvieron a sonar en Valledupar. Esta vez fue el viernes 13 de julio en una noche dedicada a la música clásica y a la celebración –adelantada– del día nacional de Francia.

Con los conciertos organizados este año (el duo De la Riva Guarín o la música india de Subhash), la Alianza Colombo-Francesa ha logrado abrir una ventana sobre horizontes musicales distintos en la capital del Cesar y el de este fin de semana no defraudó.

El auditorio de la biblioteca Rafael Carrillo se llenó a una velocidad abrumadora –quizás por la ya conocida puntualidad francesa– y, pocos minutos después, sonaban los himnos y el discurso del director de la Alianza Francesa.

Sus primeras palabras fueron agradecimientos especialmente dirigidos al público vallenato que responde siempre con mayor afluencia a las ofertas culturales y las siguientes fueron dedicadas al talento local: cada vez más notable y sorprendente. “Hay mucho, mucho, talento en esta ciudad”, expresó David Siegrist antes de invitar los jóvenes a participar con propuestas y proyectos artísticos en la organización que dirige.

A continuación, el auditorio se transformó en una auténtica sala de música clásica. Cuatro pianistas venezolanos de altísimo nivel hicieron su entrada en el escenario para saludar al público. Su indumentaria impecable dejaba entrever la seriedad del caso y, aunque algunos celulares hicieron su intervención puntual, el espectáculo se desarrolló con la mayor naturalidad.

Siguiendo la programación establecida, Daniel Ortiz Castro abrió el acto con la famosa obra de Franz Liszt “Funerailles” (Funerales) que nos transportó a la época romántica del siglo XIX.

Luego, interpretó el preludio y Nocturno para la mano izquierda de Alexander Scriabin con un toque etéreo y emotivo que cautivó al público.

Isaac Alejandro Chacón siguió con la obra nostálgica y sentimental de Frédéric Chopin. Los “Nocturnos” del maestro polaco sirvieron para ahondar en la época romántica europea con una interpretación briosa.

Franz Liszt volvió a sonar en las manos de Jeremias Obando quien se encargó de interpretar la Sonata de piano Dante en B menor con una expresividad y una destreza dignas de mención.

Finalmente, Robinson Fereira clausuró esta función con unos temas más alegres y contemporáneos. El “Valse venezolano” de Rafael Saumell, “Una duda” de Federico G Vollmer y “Bartolada” de Vicente Emilio Sojo nos ofrecieron una mirada colorida a la música clásica latinoamericana así como las distintas mezclas que la caracterizan.

Fue otra noche exitosa que culminó con una copita de vino. Otro placer francés que, en este caso, no requirió demostración…

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