Música y folclor

El más romántico y revolucionario compositor

Jorge Nain Ruiz

06/09/2019 - 07:50

 

El más romántico y revolucionario compositor
El cantautor Gustavo Gutiérrez Cabello / Foto: FFLV

 

La reacción de Rosendo Romero ante mi columna anterior fue recordarme lo expresado en una de sus canciones: “Me fui siguiendo el estilo / del gran Gustavo Gutiérrez/ por ser romántico y sentido/ cuando cantaba/ penas y placeres”.

En uno de mis cumpleaños, que celebré en la casa de Ciro Quiroz Otero, en Bogotá, tuve el agrado de departir con Gustavo Gutiérrez Cabello, y le escuché una frase que me impactó muchísimo: “Yo siento que no soy de esta época, creo que he debido nacer en un siglo anterior”.

Es cierto, Gustavo Gutiérrez Cabello no parece nacido en el siglo XX, tampoco en Valledupar, y mucho menos, en plena plaza Alfonso López. ‘Gustaveta’, como lo llamaban Jaime Molina y Escalona, fue un contestatario, un rebelde, un revolucionario, un romántico empedernido que se salió con la suya.

Gustavo nació en una época en la que el vallenato aún no descollaba, y más bien era visto como una música burda, o lo que ahora llaman ‘Pelle’, pero desde que él tuvo uso de razón la escuchó muy de cerca; aunque en su casa prevalecía el piano y la guitarra, no el acordeón, se nota que siempre la quiso, pero modificada, transformada, con otro ropaje, el del lirismo, el de la poética y la estética, y fue eso lo que lo llevó –sin ínfulas de creador o fundador– a iniciar la gesta revolucionaria que le dio otro aire al vallenato y que muchos aún se niegan a reconocer.

Es cierto que, mucho antes de ‘El Flaco de Oro’, como es conocido en nuestro medio Gustavo Gutiérrez, la música de acordeón tenía mucho romanticismo en las canciones de Tobías Enrique Pumarejo, Juancho Polo Valencia, Leandro Díaz y el mismo Rafael Escalona, pero fue Gustavo quien irrumpió con irreverencia, pero sin arrogancia, con paso lento pero firme, sin prisa, pero sin pausa, a revolucionar con otros condiscípulos como Fredy Molina, Rosendo Romero y Octavio Daza la composición vallenata.

En esta música vallenata yo me atrevo a afirmar que sus únicos tres revolucionarios han sido: Luis Enrique Martínez, Alfredo Gutiérrez y Gustavo Gutiérrez Cabello, en el caso de los dos primeros en lo que tiene que ver con la interpretación, y de este último, con la composición. Gustavo Gutiérrez fue quien más resistencia tuvo entre los vallenatos raizales a ese estilo que rompía brutalmente los paradigmas de la composición vallenata, puramente narrativa y descriptiva hasta ese momento.

Cuentan que, cuando Gustavo cantaba sus primeras composiciones en las clásicas parrandas del Valle, se notaba cierto desdén en sus contertulios, lo veían como un ‘bicho raro’, pero Gustavo no se amilanó, ni tiró la toalla, más bien insistió, persistió, resistió y nunca desistió en su empeño por mostrar que la música como arte no se puede desprender de los sentimientos y las emociones, y que la principal fuente de inspiración es el amor y las cosas del corazón, por eso es el precursor vivo del vallenato romántico o lirico.

Colofón: Una rosa en su mano derecha, una semblanza histriónica, una voz medio trémula y un verso exquisito en boca de Gustavo Gutiérrez, hacen que uno se sienta en otro mundo.

 

Jorge Nain Ruiz

@jorgenainruiz

Sobre el autor

Jorge Nain Ruiz

Jorge Nain Ruiz

Vallenateando

Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.

@jorgenainruiz

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

La vida de Jimmy Salcedo: un fenómeno de la Salsa en Colombia

La vida de Jimmy Salcedo: un fenómeno de la Salsa en Colombia

  Hice un esfuerzo de recordar a Jimmy Salcedo Tafache y muy temprano llegaron a la memoria dos hechos inolvidables: su reacción cua...

Esfera Armoniosa: un concierto de música atípica en Valledupar

Esfera Armoniosa: un concierto de música atípica en Valledupar

El Banco de la República suele ser el promotor de veladas musicales diferentes y enriquecedoras. Géneros musicales que no tienen ca...

Guitarras a media noche

Guitarras a media noche

  Les parecerá extraño que, en un pueblo como el mío, donde la tradición musical y dancística era y sigue siendo la Tambora, hub...

Enrique Díaz, el juglar que no comía de aplausos

Enrique Díaz, el juglar que no comía de aplausos

  Contrariando la tesis popular de que los aplausos son el alimento de los artistas, el juglar sabanero Enrique Díaz Tovar, ‘El ti...

La canción que dejó Consuelo Araujonoguera

La canción que dejó Consuelo Araujonoguera

Cuando en el año 2000 a Consuelo Araujonoguera el Presidente de la República Andrés Pastrana Arango la nombró ministra de Cultura, ...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados