Música y folclor
Mongo Santamaría: un ilustre del Latin Jazz
Conguero superior, Mongo Santamaría (La Habana, 1922 – Miami, 2003) interpretó las músicas más diversas y siempre consiguió conservar su homogeneidad estilística. Músicos de primera fila, a menudo descubiertos por él, como el flautista Hubert Laws, los pianistas Joao Donato, Herbie Hancock, Chick Corea, el saxofonista barítono Pat Patrick o el saxofonista colombiano Justo Almario, han desfilado por sus formaciones.
De niño, impulsado por su madre, estudia primero el violín, pero sucumbe a la llamada imperiosa de los tambores congo de sus ancestros. Como Chano Pozo, frecuenta las rumbas, las ceremonias abakwa y yoruba, y las descargas, y Pozo y “Chicho” (Clemente Piquero), bongosero de Benny Moré, le impresionan especialmente.
Primeramente, se gana la vida como cartero, y luego, a pesar del racismo que hace estragos en los principales clubes y hoteles de la isla, que preferentemente eligen a músicos de piel clara, es contratado en el Montmartre, el Tropicana y el Sans souci. En 1948 se va de gira a México con la pareja de bailarines cubanos Paulito y Lilón (ambos morirán asfixiados Estados Unidos, en su piso) y Armando Peraza.
Dos años después, se instala en Nueva York y toca con la charanga de su compatriota Gilberto Valdés y con el cantante puertorriqueño José Luis Monero, Tito Puente y Cal Tjader. Después de algunos excelentes discos de música tradicional afrocubana (Changó, Mongo, Mongo in Havana), forma la orquesta Manhattan y, luego, se orienta hacia el jazz latino. A principios de los años sesenta adopta también la música brasileña. “La había tocado antes que Stan Getz y Charlie Byrd –me decía–. La maravillosa cantante Angela María me había hecho descubrir la bossa negra, y muy pronto aprecié a Elis Regina y Jair Rodrigues”.
En 1963 actúa con su nuevo combo en el Birdland y prueba el soul. “Watermelon man”, del joven Herbie Hancock, su pianista de entonces, le pone al alcance de un público más amplio, y John Coltrane grabará varias veces el “AfroBlue” de Santamaría y lo transformará en estándar de Jazz.
En sus diversos grupos, Santamaría ha privilegiado a menudo la flauta, sobre todo la flauta travesera de metal, y la mayoría de las veces la ha utilizado en un estilo jazzístico. Además de Hubert Laws, empleó a los flautistas Héctor Veneros, Justo Almario, Al William, Mitch Frohman, Craig Rivers, Sam Furnace, Bill Saxton, Allen Hoist, Bobby Capers, Doug Harris y Dave Valentín, entre otros.
En la abundante producción de jazz latino del conguero, se debe destacar sobre todo “Ubane” (con el cantante cubano Justo Betancourt), “Afro-Indio”, en los que participan Justo Almario y el pianista Armen Donelian, “Mongo returns!”, con una rítmica puertorriqueña formada por Óscar Hernández y Hilton Ruiz (piano), Steve Berrios (percusión) y John Benítez (bajo), y “Mambo Mongo”, con arreglos de Marty Sheller, uno de los grandes arreglistas de la Salsa, con, especialmente, Darío Eskenazi (piano), Guillermo Edgehill (bajo) y Johnny Almendra (timbales).
Isabelle Laymarie
Pianista, musicóloga y escritora.
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