Ocio y sociedad
Amores de comedor…
Amores de lugares inesperados, amores de 65. Amores que nacen cuando todo parece haber fallecido. Amores que son más que compañía, amores que no desvelan, amores que consuelan. Así son los amores entre Carmen Julia Seña y Luís Alberto Gómez; después de más de seis décadas, nació en ellos un sentimiento no planeado.
Los mediodías son sus horas de encuentro. El dominó –juego que ella buscaba aprender– terminó dominando la situación. Se conocieron en uno de los comedores dispuestos para adultos mayores ubicados en la ciudad de Valledupar. Ambos de 65 años, acudían al lugar sin pensar que encontrarían algo más que alimento físico.
Carmen Julia y Luís Alberto tienen hijos, nietos y hasta bisnietos. Las últimas relaciones amorosas que sostuvieron fueron hace más de 20 años. “Lo que comenzó como un juego se hizo realidad. Él me enseñaba a jugar dominó y los demás compañeros bromeaban diciendo que éramos novios. Hasta que un día todo cambió, nos hicimos novios y ahora vivimos juntos”, comentó la dama.
La conquista no fue tan fácil, así como no lo era en los tiempos en que nacieron. “Antes, uno tenía que visitar la pareja en la casa y hablar con los papás de la muchacha y pedir permiso. Decirles que uno estaba enamorado de la hija y que se buscaba tener una relación seria. Todo era con mucho respeto y los besos no eran como ahora, solo de vez en cuando”, recordó don Luis.
Mientras ella agregó: “Y si los amores eran escondidos, se hacía uso de las carticas, las razoncitas, besitos de rapidez, besitos en las manos. Lo que se ve ahora, no se veía antes”.
Esta pareja asegura que “ahora no le dejan nada a la imaginación”. Doña Carmen Julia es más puntual y afirma que todo ocurre como la letra de la canción que dice: “una salida, dos salidas, y juepa je!”. No quise profundizar en el ‘Juepa je’.
Actualmente, viven en una casa humilde la cual está cerca del comedor. Allí venden hielo, bolis y paletas. “Con esa venta nos ganamos una platica para la subsistencia”. Dicen que la convivencia no ha sido difícil puesto que a esa edad ya saben qué esperar y como tratar a una pareja.
A los dos los encontramos en el comedor ‘Años Dorados’, el cual hace parte de un programa de atención integral al adulto mayor liderado por el gobierno departamental.
“Con una compañerita al lado uno hace mejor vida”, comenta don Luís. Mientras que ella manifiesta “siempre será bueno estar acompañado”. Los preparativos de la boda empiezan a realizarse, hay muchos que se postulan como padrinos; ella no sabe si volver a escoger un vestido blanco, ahora que se casa cuando tiene 65.
Herlency Gutiérrez
@HerlencyG
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