Opinión
Alianza con la ciudadanía
Se equivocan los analistas políticos y los medios de comunicación que, pensando en términos tradicionales, aseguran que la Alianza Verde, la nueva organización política surgida de la fusión entre Progresistas y el Partido Verde, estará al servicio de los intereses electorales de uno u otro de los dirigentes más connotados de ella: Peñalosa, Petro o Navarro.
La Alianza Verde no será el trampolín electoral de nadie, por muy respetable que sea el o la candidata. Servirá para el bien común no para satisfacer egos personales. Aspira a convertirse en una organización política amplia y diversa al servicio de la paz y de la ciudadanía que quiere vivir en una sociedad incluyente y democrática.
La gente está demandando una organización independiente, pluralista, de ciudadanos libres y autónomos, no un acuerdo electoral para obtener curules. La política no se puede reducir a la distribución de avales o a la superación de un umbral electoral. Mucho más importante es la organización y movilización de la sociedad civil en defensa de sus intereses.
La Alianza debe ser de y para los ciudadanos que buscan un espacio que les permita participar activamente en la toma de decisiones en los procesos de diseño y ejecución de las políticas públicas en materia social, económica, ambiental y cultural, que satisfagan sus deseos de equidad, paz, seguridad y bienestar.
Hoy la contradicción más importante en Colombia es aquella que enfrenta a los guerreristas con los que queremos el cese definitivo del conflicto armado. La guerra es el mayor obstáculo para la participación política en una sociedad democrática. Por eso necesitamos acabar con la violencia política para consolidar las mayorías ciudadanas que realicen las reformas que hagan sostenible y duradera la paz.
La Alianza ganaría mucho si se dedicara a conectar con la gente del común, con las regiones olvidadas y empobrecidas; a facilitar encuentros democráticos en donde ellas se expresen y cohesionen; a organizar conferencias con campesinos, mujeres, ambientalistas, mineros, artistas, empresarios, estudiantes, gays, indígenas y afros, para elaborar colectivamente la plataforma política del candidato verde a la presidencia y configurar una lista al congreso que refleje la diversidad de la nación.
Hay un nuevo país que intenta asomar la cara para expresar su opinión y hacer realidad sus derechos constitucionales. Que se niega a participar en la polarización entre uribistas y santistas. Que quiere una alternativa política: una convergencia de las clases medias y populares para transformar a Colombia, consolidar la paz e impulsar el desarrollo humano sostenible.
Rodolfo Quintero Romero
@rodoquinteromer
Sobre el autor
Rodolfo Quintero Romero
Causa común
Rodolfo Quintero Romero. Agrónomo. Máster en Economía, especialista en Derecho del Medio Ambiente y Profesor Universitario. Su columna nos invita a conectar con la actualidad cesarense y entender los retos a enfrentar para lograr un crecimiento sostenible y duradero en el departamento.
0 Comentarios
Le puede interesar
Los premios de los Festivales
Son muchos los que piensan que organizar un Festival Vallenato es como soplar y hacer botella, y por eso tal vez, nacen a granel festiv...
Ecos gubernamentales en el túnel de La Línea
En el ámbito ciclístico nacional y en las apoteósicas vueltas a Colombia de antaño, siempre serán de grata recordación los narrad...
Síndrome de once
Toda enfermedad presenta un cuadro patológico, caracterizado por unos síntomas específicos o parecidos a otra enfermedad, esos s...
Las mujeres, el fútbol y el patriarcado
Hace unos días la noticia de Messi y su quinto Balón de Oro le dio la vuelta al mundo. El mundo lo celebró, sin embargo mucho ante...
El Horizonte de las redes sociales
Mientras los gobiernos reaccionen con reprobación a las denuncias de espionaje que afectan sus intereses estratégicos, los ciudadanos...