Opinión
Editorial: Los mejores momentos del 2013
Bajo el desconcierto causado por la partida de Diomedes Díaz, cerramos un año agitado por el fallecimiento de grandes personalidades y, sin embargo, alentador en términos culturales.
2013 ha sido un año marcado por grandes anuncios y esfuerzos enormes, muestras de originalidad y de solidaridad que deben ser reconocidos y ser motivos de entusiasmo para el año que viene.
La declaración del Vallenato como Patrimonio Inmaterial de la Nación es uno de esos logros que abren nuevos horizontes, no solamente para la cultura musical de Valledupar, sino también las danzas folclóricas, las investigaciones históricas, el desarrollo de nuevas rutas turísticas, y la proyección de la región en el mundo.
Con este paso adelante, la música vallenata está cada vez más cerca de ser declarada Patrimonio Universal de la Humanidad, un título que beneficiará ostensiblemente a la región.
Pero miremos más allá del folclor, más allá de la música vallenata, y veremos que la Fiesta de la música del 23 de junio congregó a 5000 personas en la Plaza Alfonso López que escuchan otro tipo de músicas.
La Orquesta Sinfónica de Valledupar superó las dificultades logísticas y económicas, y mantuvo vivo el sueño de integrar a la juventud mediante la música clásica. Esperemos que este nuevo año los niños puedan crecer con esa vitrina de excelencia.
El Mes del Patrimonio ayudó a generar una dinámica de red cultural y trabajo en grupo, además de visibilizar cuestiones urgentes de la gastronomía y de la conservación del centro histórico.
La literatura cesarense se mostró más viva que nunca gracias a la presentación de obras de escritores como Mary Daza Orozco, Simón Martínez, Leonardo Amaya, Luis Alberto Díaz, y la organización del Festival de las Letras.
Las exposiciones artísticas como “Miradas e Instantes” y “Rastros sin límites” permitieron conocer a artistas emergentes y otros que ya han hecho una larga trayectoria.
Los conversatorios sobre el Humor Vallenato, las obras de juglares, o la poesía nos han acercado a ciertos aspectos de la creatividad que deben estar presentes en la actualidad cultural. También hay que recalcar los resultados de los actores de teatro de Valledupar que se han posicionado una vez más entre los mejores del país.
¿Y qué decir de otras manifestaciones como el Festival de cuenteros del Caribe, la presentación del mimo Guerassim Dichliev, el Encuentro Mundial de Acordeones, la visita de la orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional, las sesiones de Dibujo o las noches alternativas de Pecha Kucha?
Por todos estos motivos, Valledupar puede considerarse un lugar donde la cultura pasa por un buen momento. Debemos estar satisfechos por todo lo ocurrido este año y confiar en que, si la dinámica del trabajo en equipo y del emprendimiento se afianza, el 2014 será mucho mejor para la Cultura local. Todo depende del empeño de los artistas y de los gestores culturales, pero también de la ilusión del gran público que disfruta de cada acto.
A todos ellos, y a todos los que leen asiduamente estas líneas, nuestros mejores deseos.
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