Opinión

De la impotencia a la desesperanza

Marianne Sagbini

16/10/2014 - 06:15

 

De la impotencia a la desesperanza

Cuando sentimos miedo, nuestro espíritu se empequeñece, nuestro reloj vital palpita más lento.

Es más fácil renunciar que dar la cara y ponerle frente a la batalla; esto no quiere decir que la violencia, el ser reactivos o contestatarios, sea la única salida.

El conflicto se desata cuando vivimos con la absurda mentalidad de cobrarle cuentas a todos; por nuestros pesares, por nuestras angustias existenciales, por nuestros desequilibrios morales o por un mundo al que no elegimos venir.

Pero ese lado de la vida en que se nos otorgó un legado de felicidad, donde se nos dio un cuerpo físico capaz de mover el cielo, intenso para mover multitudes, coherentes para hacer más vidas, con una misión existencial, una armonía universal, también habita en nosotros y, además, como tenemos órganos voluntarios para expresar esas emociones contaminadas por la fatalidad, también tenemos un espíritu magnánimo para expresar a la creación ese bondadoso regalo que nos obsequió como una prueba de que somos un aporte a toda nuestra existencia,

Las circunstancias que co-crearon nuestra permanencia en este espacio que los humanos llamamos tierra, no fue circunstancial o una mera casualidad. Venimos transmutando vivencias, secuenciando procesos que tal vez en otras vidas o cuerpos quedaron por completar, quedaron por dar continuidad a nuevas realidades.

Nuestro cuerpo o mente humana a veces se rezaga, porque no podemos entender; estamos tan distraídos con la supervivencia, que no elevamos el espíritu, la mente la agudizamos para esa parte que forma nuestra esfera superficial y se resiste a creer, que formamos parte de una dinámica universal y parte de un todo, donde la materia no muere, se transforma, para seguir en una infinitud de partículas que obedecen a nuevos elementos compositivos del micro y macrocosmos en el que habitamos.

Los sentimientos son puramente la agudización de nuestras emociones, a veces levemente desarrolladas, donde la capacidad de captación de una sinergia, se confunde con una transitoriedad, pensamos en la vida como una vivencia solo temporal, solo experimental y no como una armonía con nuestra naturaleza universal.

Se nos escapan las respuestas, peor aún no buscamos las preguntas para responder a una dimensión de seres con capacidades elevadas, creemos que ser superior es sinónimo de conocimiento, es por ello que nos afanamos en llenar nuestro cerebro de física información, y mientras más conocimientos creemos que tenemos, nos aproximamos a una inteligencia superior, una capacidad mayor de  tener captación para ser archivos de unos folios vacíos en nuestras existencias limitantes.

Cuando el individuo entra en su micro-cosmos espiritual y se comunica con su macro-cosmos, es capaz de interpretar esa potente dimensión que supera lo humano y camina en el tiempo y el espacio, encuentra respuestas que traspasan la razón humana, para entender lo códigos divinos de la infinitud cósmica.

 

Marianne Sagbini

 

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

A propósito de Ariadna

A propósito de Ariadna

A propósito de la anécdota bochornosa de la doble coronación del certamen «Miss Universo» me da vueltas en la cabeza el sonoro n...

La Ley de Financiamiento: crónica de una muerte anunciada para la clase baja y mediana

La Ley de Financiamiento: crónica de una muerte anunciada para la clase baja y mediana

“Nunca hubo una muerte más anunciada”, Gabriel García Márquez El gobierno del presidente Iván Duque Márquez desde que se pos...

Un telar guajiro en Bogotá: sexta versión del foro Tejiendo esperanzas

Un telar guajiro en Bogotá: sexta versión del foro Tejiendo esperanzas

"Nunca dudes de que un pequeño grupo de personas pueden cambiar el mundo. De hecho, siempre se ha conseguido así", Margaret Mead. E...

Los treinta años de labor cultural de APROCODA en Codazzi

Los treinta años de labor cultural de APROCODA en Codazzi

Corrían días decembrinos en el municipio de Codazzi, agitados día y noche por el febril proceso de producción del algodón, en esta...

La escuela del poder

La escuela del poder

  Algunas personas niegan su patria chica, sobre todo cuando se trata de pueblos olvidados y sienten vergüenza por decirlo. Entonces...

Lo más leído

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

Los Pacabuyes: ¿un pueblo Chimila o Malibú?

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Pueblos

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados