Opinión
La cultura hay que pensarla
Por estos días, con el fin de asistir a algunos foros y eventos académicos donde he sido invitado como ponente, he estado revisando algunas notas dispersas que he escrito sobre la cultura de la depresión momposina y el departamento del Cesar y he reafirmado mi opinión de que el departamento del Cesar, por ser pluri-étnico y multicultural presenta espacios para que la empresa cultural sea fuerte, diversa y rentable.
Para que sea posible la empresa cultural cesarense, se debe iniciar desde las escuelas y colegios. En la realidad curricular de estos establecimientos se debe implementar una serie de proyectos trasversales y de aula que tengan como objetivo el conocimiento de lo vernáculo, para que el niño, el joven y la comunidad en general, a través de ellos, resignifiquen las formas identirarias de los diferentes pueblos del departamento. Que conozcan sus orígenes, que valoren la oralidad legado de nuestros mayores, que conozcan y se identifiquen con nuestros platos típicos, que formen parte de grupos culturales, tertulias, danzas, teatro. Que la escuela tenga su medio de expresión, revista, periódico, emisora y que desde ellos se promueva, se rescate y se difunda la cultura propia.
Que los alcaldes municipales entiendan, de una vez por todas, que para que el desarrollo de los pueblos sea integral, es necesario que desarrollen y se empoderen de su propia cultura. Que los apartados de cultura, recreación y deportes, no solo son para deportes. Que los directores de Casas de Cultura deben ser personas que conozcan de esto, y que además sean capaces de gestionar recursos y presentar proyectos. Que desde las alcaldías se debe apoyar la creación, sostenimiento y demás gastos de la cultura: Bibliotecas, foros, tertulias, talleres de creación literaria, conferencias, concursos, exposiciones, festivales, grupos de danza, teatro, cuentería, concursos de cuento, pintura, poesía, novela, en fin una serie de actividades que promuevan la cultura e incentiven a los niños, jóvenes, adultos a participar y a empoderarse de su historia y su cultura.
Que la Red Departamental de Bibliotecas vuelva a ocupar el espacio perdido, en cuanto a dotación, seguimiento y planeación de actividades departamentales a través de las bibliotecas municipales, que se retome el proyecto Caracolí del Cesar con el que se realizaban los talleres de creación literaria todos los sábados en todas las bibliotecas del departamento, donde asistían puntualmente alrededor de 1300 niños. Que se realice los concursos departamentales de cuento, poesía y novela, único incentivo que tenían los escritores del Cesar. Que se reinicien los talleres con los escritores en Valledupar. Que se devuelva el espacio de exposición que tenían los pintores del Cesar en la Biblioteca Departamental.
Que el señor gobernador del Cesar Franco Ovalle le dedique un espacio de su agenda a la cultura departamental, que se reviva el Fondo Mixto, para que mediante mecanismos transparentes y de equidad, los escritores del Cesar puedan publicar sus textos. Que posibilite políticas culturales claras que permitan ver que el departamento no es solo música de acordeón, sino que por el contrario hay una riqueza cultural enorme, pues el Cesar está integrado por hombres del río, andinos, indígenas, afro descendientes y vallenatos propiamente dichos. Que esta multietnicidad le da al Cesar la oportunidad maravillosa de lucirse con gran variedad de muestras culturales. Que el mencionado museo de música vallenata sea ampliado a museo de cultura del Cesar e igual al parque y museo de la cultura caribe de Barranquilla le brinde hospitalidad a todas las expresiones culturales que tienen asiento en el departamento.
Que la gobernación, apoye y patrocine los diferentes festivales y eventos culturales del Cesar, con aportes económicos bien definidos y que termine su práctica invasora de patrocinar o auxiliar un festival como el de La Tambora y la Guacherna en Tamalameque mandando un conjunto vallenato, pues este tipo de “apoyo” se convierte en una invasión de espacio que hace posible, la a culturización de los pueblo y propicia la pérdida de identidad.
"Sólo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe... Sólo la cultura da libertad... No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamiento. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura" – Miguel de Unamuno.
Diógenes Armando Pino Ávila
Sobre el autor
Diógenes Armando Pino Ávila
Caletreando
Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).
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