Opinión

A propósito de la terna para fiscal general

Diógenes Armando Pino Sanjur

28/04/2016 - 06:00

 

Cuando el presidente Juan Manuel Santos abrió una convocatoria pública para la terna del Fiscal General, me sorprendí, me llené de optimismo y avizoré que nuestro presidente incorporaba un nueva figura en la historia política de Colombia, supuse y festejé que la terna para elegir el Fiscal General podría ser escogida por meritocracia y que, de una vez por toda, eliminaríamos la politiquería en el nombramiento de los servidores de la rama judicial.

Pero el miércoles pasado, cuando el presidente anunció la tan anhelada terna, donde la Corte Suprema de Justicia elegirá el Fiscal General, la cual quedó conformada por la asesora jurídica de la oficina del alto comisionado para la paz, Mónica Cifuentes; al actual ministro de Justicia, Yesid Reyes, y al ex superministro Néstor Humberto Martínez; debo admitir que mi consternación y desilusión fue mayúscula al conocer que, muy a pesar de una convocatoria pública que buscaba ampliar el espectro de aspirantes, como permear de transparencia el proceso de la elección de la terna, en ultimas fue el presidente Santos quien permitió conformar la terna con amigos o a conveniencia.

Soy consciente que, por mandato constitucional y legal, es el presidente de la Republica a quien le compete presentar la terna para la elección del Fiscal General a la Corte Suprema de Justicia, pero también soy un crítico de este mecanismo, puesto que reclamo que la elección de funcionarios de la rama judicial y de los órganos de control sea revestida de transparencia y sea por meritocracia para garantizar la imparcialidad e independencia de sus actuaciones.

Aunque la iniciativa de realizar una convocatoria pública no fue del Presidente de la Republica, ni de su gobierno, el presidente con la expedición del Decreto 450 de 2016, donde establece el trámite para la integración de la terna de candidatos a Fiscal General de la Nación, dio un gran avance. Abrió una puerta, consagró un triunfo de las organizaciones que propenden por la transparencia de estos procesos, por eso es necesario seguir insistiendo y luchar hasta lograr que los órganos de control y la rama judicial puedan ser integrados por meritocracia y no a dedo, para que sus actuaciones no estén bajo ninguna controversia, puesto que sus electores pueden resultar afectados por sus decisiones.

Mientras tanto, confiemos en la idoneidad, independencia, trasparencia y capacidad de los juristas que conforman la terna, la cual quien resulte elegido pondrá al servicio de la entidad y coadyuvará para que los colombianos recobremos la credibilidad y confianza en la Fiscalía, Dios quiera y se imponga el viejo refrán “Zapatero a tu Zapato” y la Corte Suprema escoja un experto penalista que pueda actuar con conocimiento de causa, para que no sigamos improvisando y elijamos auténticos especialistas en los campos que van a ejercer, solo así avanzaremos en la construcción de un mejor país.

 

Diógenes Armando Pino Sanjur

Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Sanjur

Diógenes Armando Pino Sanjur

Tamalamequeando

Diógenes Armando Pino Sanjur, más conocido como May Francisco, nació el 24 de junio de 1976 en un pueblo mágico lleno de historia, cultura y leyendas situado en la margen derecha del Río Magdalena llamado Tamalameque. Hijo de los docentes Diógenes Armando Pino Ávila y Petrona Sanjur De Pino, tiene 2 hijos, May Francisco y Diógenes Miguel, los cuales son su gran amor, alegría, motor y mayor orgullo. Abogado de Profesión, despertó su interés con la escritura de su padre quien es escritor e historiador, se declara un enamorado de su pueblo, de su cultura (la tambora) y apasionado por la política como arte de servir.

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