Opinión

Paradigmas tradicionales de la política colombiana

Rafael Rojas

17/10/2017 - 02:50

 

 

En Colombia, a lo largo de toda su historia democrática, se han decantado cientos de procesos políticos (proselitismos y campañas), algunas honestas, loables, con ejes programáticos muy buenos; pero en cambio en su mayoría han existido campañas políticas para llegar al poder desde los diferentes cargos ya sea en los cuerpos colegiados o en cargos uninominales, que han sido referentes de lo que representa una mercadería de la política, y que se hace efectiva desde las distintas prácticas de corrupción, que se dan precisamente por la ambición de poder que conlleva a las mismas.

Son muchas las formas ilegales e ilegitimas de lograr  triunfos electorales, más allá de las estrategias, de los discursos demagogos, de las falacias hacia las masas populares, de las ofrendas interesadas, pero que en últimas terminan siendo legales, existen diferentes modus operandis para poder lograr cometidos y así llegar al poder.

Una de las herramientas más importantes dentro de una campaña política sin duda alguna termina siendo la capacidad económica que se tenga para sufragar todos los gastos logísticos, publicitarios y demás, y es precisamente en este aspecto donde radica el mal que ha enquistado la corrupción, toda vez que es en las financiaciones de las diferentes campañas políticas donde se pactan acuerdos sucios, ilegales e inmorales.

Para nadie es un secreto que en nuestro país existen grandes empresas, compañías, y contratistas que se encargan de financiar candidaturas con intereses netamente particulares, para luego buscar contraprestaciones por parte de los mandatarios electos, como por ejemplo grandes contratos y concesiones para recuperar lo invertido y sacar sus gananciales, por otra parte, empresas que buscan reducir en un alto porcentaje el pago de sus impuestos tributarios. Ésta solo es una de las tantas formas que se han llevado a cabo durante mucho tiempo en nuestra política, y que es de las más difíciles de combatir.

Por otra parte existe otro método y es el ofrecimiento de dadivas y coimas a los diferentes funcionarios de las autoridades competentes para llevar a cabo las elecciones en los diferentes cargos políticos, y de los cuales han sido descubiertos muchísimos casos en donde estos funcionarios se encargan de alterar la verdadera voluntad popular por resultados contrarios, falsos e ilegítimos; por esta metodología se encuentra la comisión quinta del Consejo de Estado, máxima autoridad de lo contencioso administrativo, saturada de demandas por nulidades electorales, en donde se han proferido fallos revocando credenciales en todos los cargos políticos por haberse probado fraudes y todo tipo de artimañas electorales.

Otra de las operaciones llevadas a cabo por parte de quienes se burlan de la política decente, es la de la trashumancia electoral, la cual consiste en  la acción de inscribir de manera masiva las cédulas para votar en un lugar distinto a aquél en el que se reside y constituye un delito contemplado en el Código Penal Colombiano bajo el nombre de fraude en inscripción de cédulas, pero que ha sido un mecanismo efectivo y les ha dado resultados alegres a muchos; en un formato un poco distinto también es relevante mencionar la compra de votos, que se lleva a cabo el mismo día de los comicios pero cada quien y en cada región la emplean a su modo.

Es así como la corrupción ha hecho metástasis en todo el país durante las últimas décadas, pero solo quienes vemos la política desde una arista diferente, por el solo hecho de llevarla con fervor en nuestra sangre, somos los llamados a romper estos paradigmas tradicionales, haciendo y generando hechos realmente transparentes y atacando la brecha de desigualdad social que tenemos, luchando por una justicia social, construyendo una paz estable y duradera y ejerciendo de manera diáfana las funciones legales correspondientes como mandatarios y líderes en el seno de nuestra sociedad.

En ese mismo sentido creemos que sí existen formas diferentes de hacer campañas políticas serias, con discursos coherentes, y con acciones encaminadas a propender por el bien común.

 

Rafael Enrique Rojas Rondon

@rafarojas215

Sobre el autor

Rafael Rojas

Rafael Rojas

Brújula invisible

Rafael Enrique Rojas Rondón, Valledupar (Cesar), 15 de Febrero de 1994. Abogado de la Universidad Popular del Cesar, litigante, activista político, miembro fundador y presidente del movimiento social "Sin Fronteras".

@rafarojas215

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