Opinión
Gran festival vallenato en Bogotá
El pasado 6 de diciembre, Bogotá vivió otro festival vallenato organizado por el Centro Comercial Hacienda Santa Bárbara, con la producción y dirección de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata en cabeza de su presidente Rodolfo Molina Araujo. A este concurso de conjuntos profesionales se inscribieron 45 acordeoneros provenientes de todas partes de Colombia, atraídos por una premiación importante.
Tuvimos el honor de oficiar como jurado en este gran evento, lo que hace que tengamos información de primera mano sobre lo que ocurrió en Bogotá el miércoles pasado en lo que nos atrevemos a denominar la gran nueva era del vallenato. Allí el principal ingrediente para resaltar es la cantidad de músicos participantes muy buenos, nacidos en el interior.
La IV Caravana de Navidad Homenaje al 50° Festival de la Leyenda Vallenata fue el encuentro entre dos regiones con culturas y costumbres bien distintas, interpretando una música que nació en una de esas regiones, pero que se tomó al país y hoy orgullosamente puede decir que es la representación del folclor de Colombia.
Lo que vimos es que los acordeoneros, cajeros, guacharaqueros y cantantes de música vallenata nacidos en Cundinamarca, Boyacá, Santander y en general en todo el interior ya están totalmente preparados y tienen la calidad para enfrentar en franca lid a cualquiera de los mejores músicos de la costa Caribe, lo cual hace unos pocos años era una simple utopía.
En los festivales que organizamos en Bogotá en la década de los años noventa, la proporción de participantes nacidos en el interior era bastante escasa y no superaba un diez por ciento de los concursantes. Hoy, tanto en cantidad como en calidad, podemos afirmar que la competencia entre “costeños y cachacos” tocando vallenato, ya se acerca al 50 por ciento; eso quedó demostrado en este encuentro profesional de acordeoneros.
Este evento, que esperamos se institucionalice en la capital, lo cual es una necesidad imperiosa para nuestra música, ofreció una premiación de más de treinta millones de pesos y el ganador se llevó un premio en efectivo de 15 millones. La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata con toda la experticia y conocimiento sobre el tema fue prenda de garantía para que este festival fuera todo un éxito.
El jurado calificador en la gran final estuvo integrado por: Rodrigo Ortega, Álvaro González Pimienta, Esteban Salas, Jorge Nain Ruiz y Carlos Aramendiz y los ganadores fueron primer lugar para el rey vallenato Fernando Rangel; segundo lugar para el Boyacence Ronald Torres, de Duitama; en el tercer y cuarto puesto quedaron Alfonso Monsalvo y Javier Álvarez, ambos de Valledupar.
Estamos seguros de que el vallenato seguirá creciendo en intérpretes nacidos en todos y cada uno de los rincones de Colombia, y una forma de incentivar a estos nuevos artistas es haciendo también en el interior del país este tipo de competencias; ése es el camino correcto.
Jorge Nain Ruiz
@jorgenainruiz
Sobre el autor
Jorge Nain Ruiz
Vallenateando
Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.
0 Comentarios
Le puede interesar
El origen del Grito y la sociedad
Está, el pintor, en la prehistoria, en el fondo de la oscura caverna, la primera galería de arte, pintando rodeado de sus primeros ad...
¿Qué hacen hoy aquellas glorias? El caso de Fredy Peralta
Conversando con Beto Mendoza uno de mis buenos amigos y lector empedernido de mis columnas, hemos llegado a concluir que deben ser much...
De pie como siempre vivió
El día que la asesinaron el astro rey no brilló igual. La sierra nevada se vistió de un gris oscuro como señal de duelo por l...
Alternativismo peligroso
En un gobierno pueden acontecer centenares de crisis de distintas índoles, las cuales, con razón, generan cierto descontento e ...
La embajadora y la alcaldesa
Comenzaba a rayar el día primero de este mes de julio, cuando los atronadores altoparlantes de un carro que recorría, las todavía ...