Opinión

Antes y después del coronavirus

Pedro Miguel Peinado. 

02/04/2020 - 05:40

 

Antes y después del coronavirus
El pánico se ha instalado en Colombia debido a diversos brotes de coronavirus / foto: Portafolio

En el confinamiento obligado a causa del COVID 19, ciertamente hemos tenido tiempo para meditar y tomar decisiones hacia el futuro. Volveré a uno de mis hobbies preferidos: escribir artículos sobre la cotidianidad. Y precisamente, ésta primera columna está relacionada con la emergencia que vive el mundo. La ocasión ha desnudado muchas falencias en distintas latitudes, sin embargo, me centraré en nuestro entorno porque ofrece material suficiente para el análisis.

La falta de visión y proyección de nuestros mandatarios para establecer prioridades e invertir de manera acertada en la época de bonanza, persiste. Solo hoy han descubierto que es más importante tener un buen hospital o puesto de salud que despilfarrar el dinero en fiestas folclóricas sin ningún rédito o en plazas y parques costosísimos; se priorizó la inversión en cemento a la de educación y fuentes de trabajo independiente. Hoy es más notorio las instituciones educativas inconclusas y los ambientes deplorables en que un profesor imparte educación y un alumno la recibe. Ningún municipio minero le cumple a sus ciudadanos con servicios óptimos de saneamiento básico. El desorden fiscal y gasto epiléptico del presupuesto público, se convierte en denominador común para las administraciones; carecemos de planes maestros en los servicios públicos, de políticas públicas que direccionen el camino del desarrollo y bienestar social.

Las cifras no mienten, si antes de esta crisis sanitaria el índice de pobreza monetaria era alarmante, después de ella se agudizará, igual suerte corre el desempleo, ningún gobierno ha manejado con seriedad el tema de oportunidad laboral; nuestra juventud crece desesperanzada, algunos se preparan en labores técnicas o tecnológicas, pero no hay demanda.

La sensibilidad social, término desconocido, debería ser un requisito necesario para aspirar a cargo de elección popular; la indolencia es otro virus contra el cual hay que luchar. Muchas personas deambulan por calles sin nada que comer; la drogadicción, el alcoholismo y la prostitución juvenil es materia aplazada y la indiferencia oficial, mayor.

Lo anterior ha desencadenado un estado de inseguridad como réplica de la misma capital Valledupar y cualquier municipio de un departamento que maneja demasiado dinero, pero extremadamente pobre, en un contrasentido incomprensible. Vendrán días difíciles con una economía en recesión y encontrar el equilibrio, que no lo había antes, será tarea a largo plazo.

El futuro impone austeridad, planeación en todo sentido, creatividad y responsabilidad para saber decir No cuando sea necesario. Nadie estaba preparado para enfrentar la emergencia que un virus le impone a la humanidad, es una lección para aprender y cambiar muchas costumbres y estilos de vida. Ahora nos damos cuenta que el listado de cosas importantes cambió.

 

Pedro Miguel Peinado

‪@Pmpeinado

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Así nació el Festival

Así nació el Festival

Parecía la puerta de una iglesia, grande y ancha; por ahí ingresó un hombre que no media más de uno sesenta, pero se veía aún má...

Un Canto al Río con pasos de gigante

Un Canto al Río con pasos de gigante

  El pasado jueves 30 de noviembre se realizó la primera actividad oficial de la tercera versión del único festival ecológico y f...

Las Mujeres y la juventud guajira: el poder de la transformación

Las Mujeres y la juventud guajira: el poder de la transformación

  Colombia en pleno caos y agitación; las marchas, los desaparecidos, jóvenes heridos al borde de la muerte por ejercer su derecho ...

Entre el miedo y la esperanza

Entre el miedo y la esperanza

El director de un programa radial en Valledupar, el domingo anterior, hizo estos dos comentarios: 1. Toda persona sensata conoce la id...

Acróstico al Jilguero

Acróstico al Jilguero

  J untar muchos acordeoneros, cantantes, compositores y verseadores para homenajear O agasajar, de manera póstuma al más grande y...

Lo más leído

La historia afroamericana contada en las canciones de Salsa

Alejandro Álvarez Martínez | Música y folclor

Los Pacabuyes: ¿un pueblo Chimila o Malibú?

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Pueblos

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados