Opinión
Editorial: La revolución de los colores
Todo es una cuestión de colores. Mirar y transformar las percepciones a través de algo sencillo y mágico a la vez. Así es cómo se puede cambiar un paradigma. Así es cómo también se logran resultados que a veces parecen imposibles de alcanzar.
¿Cómo conseguir que la Cultura y las expresiones artísticas sean valoradas en un entorno en el que dominan otras inquietudes inmediatas como la política, la inseguridad y la economía? Ésta es la pregunta que planteamos en este editorial y que, de algún modo, fue parcialmente respondida la semana pasada con la visita de la fotógrafa Vivian Saad a Valledupar.
Con su proyecto de lonas en Barranquilla (expuesto en el año 2006), la autora del libro “El centro de mis sueños” logró generar interés en la ciudad costera a través de los nuevos colores dados a los balcones y edificios de su ciudad.
Ese cambio de paradigma provocó una reacción inesperada de los ciudadanos con su centro y su patrimonio. A las pocas semanas ya deseaban pintar sus casas de los mismos colores que las lonas y conservar así el centro histórico para hacer de él un atractivo turístico.
Todos vieron de repente la importancia que tiene la Cultura para promover una ciudad, para abrir nuevas vías de desarrollo turístico y fomentar la actividad de otros negocios del sector del ocio.
La revolución de los colores que nos señala Vivian Saad es lo que, finalmente, debe prevalecer en la tarea de fortalecer el sector de la cultura en Valledupar. Otros colores más vivos, más atractivos deben colocarse en los lugares visibles y estratégicos de la Cultura, en los puntos de encuentro, para incentivar otro tipo de pensamiento.
Quien dice nuevos colores dice nuevas ideas, nuevos proyectos, nuevas expectativas. Si uno propone siempre lo mismo seguirá obteniendo los mismos resultados. Ésta es una ley bien conocida de los psicólogos.
Desde Panorama Cultural, queremos que los nuevos colores sean también los de la ciudadanía, que los habitantes pintemos nuestra ciudad y nuestra cultura cómo queramos y provoquemos nosotros mismos esa revolución de colores.
Por eso los invitamos a que participen al Primer Premio de Periodismo Cultural Ciudad de Valledupar 2012 y difundan este concurso entre sus conocidos. Hagamos una revolución de colores para que los que nunca creyeron en la Cultura, los que hicieron todo por ella y saltaron del barco, vuelvan a creer en ella y vean que sí tiene futuro.
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