Pueblos
Un lumbalú para Fredman Arturo Herazo Padilla
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En la Apartada, Córdoba, en el puente de San Jorge, en uno de esos pueblos olvidados que nos enteramos que existen por sucesos trágicos. Asesinaron a Fredman Arturo. Un cultor social y humano, un lingüista y literato, un ser que aprendió a mirar desde lo oculto con ojos compasivos al pueblo afro. ConocÃa a los afrodescendientes del paÃs porque estudiaba sus realidades más sensibles. Hablante activo de la lengua palenquera, lÃder social, investigador y guÃa de turismo. Fredman tenÃa una voz potente que tomaba forma de trueno en esas presentaciones que, como locutor, hacÃa en el festival folclórico más longevo de Colombia: el Festival de Tambores y Expresiones Culturales de Palenque. Este último, al igual que toda la comunidad, ha declarado su hondo duelo y se apresta para darle el más profundo lumbalú a un hijo de la tierra.
A Fredman Arturo lo conocà en la infancia, cuando el Primer Pueblo Libre de América era todavÃa un lugar mágico, cuando su gente se amaba y el respeto era en sà mismo sacro. La última vez que lo vi me acompañó de presentador, junto a Manuel Pérez, en el lanzamiento de la novela Música para bandidos en la plaza de Palenque. Fredman Arturo era de niño tan inquieto como lo serÃa de adulto, por lo que defendÃa con pasión las manifestaciones culturales de Palenque y el pueblo afro. Caminó en los distintos departamentos del Caribe hablando del legado ancestral palenquero y enseñando sobre su mundo mágico religiosa y la defensa de las comunidades negras, golpeadas desde hace siglos por los cuatro costados en la amarga patria. Fredman era pacÃfico hasta el fondo de la palabra, dicharachero, conversador, amigo. Conversaba con gracia única y no parecÃa existir la maldad en su corazón de niño; ingenuo a ratos, pero vehemente y digno cuando se trataba de salvaguardar el origen y los derechos.
La rebeldÃa propia de los hijos de Benkos lo acompañó seguramente en un paÃs, que no ha aprendido a debatir a partir de las ideas, sino que sigue preponderando por la eliminación de ése que es, o piensa distinto. Nos acostumbramos a que las diferencias sustanciales se resuelvan con la muerte.
San Basilio de Palenque fue declarado en el año 2005 Patrimonio Oral e Inmaterial de la humanidad por la UNESCO. Esto lo traigo a cuento para decirles que, al asesinar a Fredman Arturo, no mataron a un individuo, mataron a una parte esencial de ese patrimonio. Seguro sus asesinos desconocÃan quién era para la comunidad y para muchas comunidades la persona que cobardemente ultimaron. En un paÃs de ciudadanos indecentes, el crimen no se normaliza.
Vale preguntar si en Colombia existe la pena de muerte. La nuestra es una sociedad donde a la gente les duele más la derrota de la selección Colombia que el crimen de una niña o una persona. Es tonta y ridÃcula esa percepción del bienestar social cuando nos están devorando en vida desde hace mucho y no nos damos por enterado. Fredman Arturo Herazo Padilla. Suerte en la travesÃa, no temas en el sendero de lo desconocido, bien sabes que tus familiares muertos tomarán tu mano para ir cantando un lumbalú eterno hacia el mundo paralelo. Allá todos tenemos morada, cobija y comida. No olvides saludarme a los mÃos en ese lugar donde los árboles son frondosos, los frutos brillantes y el aire es puro. AquÃ, en la otra orilla de la vida seguiremos la vieja lucha, y propongo que esa tarima donde te convertÃas en un jaguar. La bauticen con tu nombre, porque no mereces ser olvidado, y yo conozco la fragilidad de la memoria en nuestro tiempo.
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Uriel Cassiani
Sobre el autor
Uriel Cassiani
Garras de leopardo
Poeta y escritor, gestor cultural, activista social y humano de las comunidades afros. Representante Legal de la Corporación Socio Cultural de Afrodescendientes Ataole, que agencia proyectos pedagógicos, culturales, artísticos y productivos en el Caribe Colombiano. Cofundador del Taller literario Mundo Alterno (2001), Integrante de los talleres de poesía Luis Carlos López (2001) y Siembra (2002).
En 2010 publicó Ceremonias para criaturas de Agua Dulce. En 2011 publicó el poemario Alguna vez fuimos árboles o pájaros o sombras. Editorial Pluma de Mompox. Entre sus trabajos inéditos están los libros: Dosis personal (Poesía) Música para bandidos (Novela) Las fugas probadas de la memoria (Cuentos). Un Brebaje para Orika (Novela).
1 Comentarios
Excelente articulo Poeta de las Américas
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